Países y Ubicaciones. App para aprender Geografía

apps para niños

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Desarrollador: Quizen

Idioma: Español

Precio: 0,79 €

Categoría: Geografía

Descripción: La actividad nos presenta un mapa político mudo de una determinada zona geográfica donde se resalta un país concreto. El objetivo del juego consiste en señalar el nombre de dicho país entre las cuatro opciones que se nos ofrecen.

Incluye diversos niveles de dificultad: básico, medio y experto. Mientras que en el nivel básico no se imponen restricciones de tiempo, los dos últimos sí otorgan un número concreto de segundos para contestar las preguntas. A medida que el niño progresa en sus conocimientos, puede ir ascendiendo niveles.

El objetivo del juego consiste en acertar correctamente el mayor número posible de preguntas, con el fin de acumular puntos antes de que se agoten nuestras vidas. Tenemos a nuestra disposición un icono que representa un interrogante al que podemos acudir en caso de no conocer determinada respuesta.

La configuración nos permite seleccionar el número de continentes sobre los que queremos trabajar. Resulta recomendable que el niño afiance perfectamente sus conocimentos sobre el continente en el que se ubica su país, antes de extenderse por otras áreas geográficas.

Valoración: Descargué esta aplicación el curso pasado en los días previos al examen de Conocimiento del Medio que tenía mi hija (6º de Primaria). En lugar de memorizar la monótona y absurda lista de países europeos con sus correspondientes capitales, se divirtió aprendiendo con esta aplicación. El juego le permitía, además, ubicar los diferentes países en el emplazamiento geográfico correspondiente.

Sorprendentemente, aprobó el examen por los pelos… Todavía recuerdo lo mucho que se enfadó conmigo porque fue la peor nota que obtuvo en esta asignatura en todo el curso, mientras que la mayoría de sus compañeros, que habían estudiado por el método tradicional, habían obtenido unos resultados estupendos.

Reflexión personal: es imposible para cualquiera, niño o adulto, aprenderse la compleja lista de países y capitales europeas en tan sólo una semana. Teniendo en cuenta, además, que el número de países europeos se ha duplicado desde que nosotros estudiábamos y que algunos nombres no nos resultan ni siquiera familiares.

El modo en que la mayoría de los niños de la clase estudió el tema (que es el modo que impulsa el sistema), les permitió obtener buenas notas en el tipo de examen que el sistema utiliza. Si tan sólo tres días después se hubiera repetido esa misma prueba ¿cuántos niños hubieran contestado las preguntas correctamente?. Personalmente, me parecía más interesante que mi hija supiera tan sólo la mitad del listado pero que, a cambio, sus conocimientos estuvieran afianzados y que fuera consciente de que esos países y esas ciudades no eran entes abstractos, sino lugares reales con una forma, unos límites y un emplazamiento concreto en el planeta.

Ahora que retomamos el curso escolar, deberíamos reflexionar acerca del modelo de educación del sistema actual y de su utilidad respecto a la formación de nuestros hijos, como seres humanos y como futuros trabajadores. Lamentablemente, estoy convencida de que el actual modelo ha fracasado en ambos campos.

Recomiendo este interesante reportaje del programa Redes sobre la educación. A través de la recopilación de documentación, datos y entrevistas a diversos expertos, llega a una conclusión escalofriante: la educación, tal y como está planteada actualmente, no sirve para el mundo de hoy.

Se trata de un sistema concebido tras la Revolución Industrial que trataba de formar individuos que se pudieran desenvolver en el nuevo mundo que entonces surgió. En los últimos cincuenta años, el sistema productivo de las sociedades occidentales, nuestro sistema, ha vivido una gran transformación como consecuencia del desmantelamiento del tejido industrial y su traslado a otras áreas geográficas. Nuestro mundo está ahora dominado por los sistemas de información y ese hecho es el que debería fraguar la educación actual, del mismo modo en que la revolución industrial modeló la educación hace 150 años.

No os perdáis la entrevista con Ken Robison que se incluye en el vídeo (13:20).

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