Hace algunos años, cuando Sirena acababa de cumplir 7 años y apenas un mes antes de la Navidad, una niña (mayor) de la familia vino a preguntarme si ya sabía “lo de los Reyes Magos”.
– Noooo ¡Ni se te ocurra decírselo!
Apenas cinco minutos después, mi pequeña Sirena bajo las escaleras con la cara descompuesta…
– ¿Es verdad, mamá?
¿Qué hacer? Pues confesar “la verdad”… Y reprimir las ganas de abofetear a niña-mayor.
– Sí….
De repente, se le descompuso aún más el rostro y apareció en sus ojos una mirada de pánico:
– ¿Lo del Ratoncito Pérez también era mentira?
– Sí….
– ¿Y qué más mentiras me habéis contado? – preguntó dolida. Y decepcionada con esa madre que llevaba toda la vida insistiéndole en que nunca, nunca se debía mentir a los padres y que le aseguraba que ella jamás le contaría mentiras a sus hijos (salvo esa…)
Lo de los Reyes Magos fue una pequeña decepción pero lo del Ratoncito Pérez adquirió tintes de tragedia. Porque mantenía una relación muy especial con ese roedor coleccionista de dientes. Llevaba varios años carteándose con él. Todo empezó la noche en que perdimos el diente que se le había caído ese día. Al verla tan angustiada, se me ocurrió una solución: escribirle una carta donde le contáramos lo que había pasado. Para darle credibilidad yo misma respondí a la misiva y ahí se inició el embrollo.
– La vas a volver loca… – me recriminaba su padre.
Al principio escribía yo las cartas que ella me dictaba. Cuando aprendió a escribir, las redactaba ella misma. Y yo seguía contestando con la caligrafía que había inventado para el Sr. Pérez.
Tanto le gustaba este intercambio epistolar, que no sólo le escribía cada vez que se le caía algún diente: le contaba cosas que le sucedían en el cole, lo invitaba a su cumpleaños…. En fin, que se me fue de las manos. ¿Cómo no iba a decepcionarse al conocer “la verdad”?
querido raton Perez. Me voy a portar muy vien y me voy a cuidar mis dientes pero tengo una pregunta ¿porque te gusta acer regalos a los niños e raton perez? ¿porque quieres a los niños?
muchos Besos
Amara
querido Ratoncito Perez:
soi Amara este fin de semana ben a mi casa el sabado alas 8 de la mañana.
querido raton perez:
bas a venir a la fiesta de cumpleaños si o no
tu amiga
Amara
Querida Amara:
No puedo ir. Voy a estar durmiendo después de toda la noche trabajando. Sólo puedo ir cuando me dejes algún diente.
¿Qué quieres decirme?
Te mando esta nota por medio de mi gran amiga la Ratita Margarita.
Pórtate bien y cuida y limpia mucho los dientes.
Muchos besos
Tu amigo,
Ratón Pérez
Aún después de enterarse de “la verdad” la pobre siguió acompañando cada diente con una nota…
Querido Ratoncito Perez:
Soy Amara Hoy se me cayo un diente. La verdad es que le tocaba amenudo al diente.
Y te lo dejo ai y también un regalo y Antón está superentusiasmado con el diente y bueno tengo que irme a la cama.
La que se le cayó el diente,
Amara
A Antón se le cayó su primer diente comiendo palomitas en el cine. No fuimos capaces de encontrarlo… Esta vez fue su hermana quien decidió que había que recurrir a la tradición familiar y enviar una misiva al ratoncito explicándole lo sucedido. Así que imagino que ya no me guardaba rencor por el “engaño”.
Hola!!
Soy Antón y se me cayó un diente pero lo tragué
¿Puedes hacerme un regalo de todos modos y buscarlo en el cine?
Muchas gracias,
Antón
Querido Antón:
La próxima vez diles a tus papás que te arranquen el diente para no perderlo.
Besos,
Ratón Pérez
Hay que decir que Antón no reaccionó de igual forma que su hermana. No resultó buena idea. Cuando vio que el bicho respondía, le entró auténtico pánico: ¡ni hablar de volver a dejar los dientes debajo de su almohada! Había que colocarlos en el pasillo, bien lejos de su habitación. Para él resultó una liberación enterarse de “la verdad” sobre los Reyes Magos, el Ratón Pérez y demás moradores de la mitología infantil. Mi pequeño valiente 😊
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