Mi primer trabajo – Mecánico

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Desarrollador: Filimundus AB

Idioma: sin audio voz

Precio: 0,89  €

Categoría: Ocio / Vehículos

Últimamente Antón ya no juega con el iPad. Por supuesto que sigue siendo un elemento imprescindible para su tiempo de ocio: disfruta de actuaciones musicales que busca con soltura en Youtube, visiona sus series y programas favoritos (cuyo horario televisivo suele ser incompatible con el escolar), se «cartea» con amigos y familiares a través del correo-e y de mi facebook (excelente ejercicio para la práctica de la redacción y la ortografía), edita postales y fotografías, busca en google sus ‘preocupaciones existenciales’: «cómo eran los reyes magos cuando existían«, «cómo se llama de verdad Antonio Recio«, «si Bilbao está más lejos que Japón» (es muuu cabezota), «madre de Roc en tu cara me suena«, “para hacer una tarta con chocolate y chuches”, «reservar para ir de crucero» (verídico…)

Así que, además de las actividades puramente académicas o didácticas, el iPad también le sirve como instrumento de ocio. Pero ya no “juega a juegos”. Y la causa es la carencia de juegos (o al menos resulta muy difícil encontrarlos) que se adapten a sus intereses y que, al tiempo, sean compatibles con sus características motrices. Los que sí encajan con estas últimas, suelen tener una temática o estética demasiado infantil porque están orientadas a bebés y sus actividades son extremadamente sencillas (= aburridas).

Y me da una rabia inmensa porque, realmente y con un mínimo de voluntad, no sería tan difícil cambiar esta realidad. No se trata ya de diseñar apps específicas para los niños con diversidad funcional (entiendo que es un sector tan minoritario como heterogéneo) sino, simplemente, de que se dotara a las aplicaciones de cierta accesibilidad a través de sus ajustes. Algo tan sencillo como, por ejemplo, suprimir el limitador de tiempo para ejecutar una acción o completar un nivel; la posibilidad de transitar por los distintos niveles del juego, independientemente de si se ha superado o no el anterior; incluir diversos grados de dificultad/destreza que permitieran adaptar el juego a las características motrices y cognitivas de cada niño.

Cada cierto tiempo mi hijo me pide: «mamá, ¿me bajas un juego?«. Y mamá busca, rebusca y descarga, casi siempre sin éxito. Así que, cuando nos encontramos con algún juego con el que consigue emocionarse, disfrutar y utilizar varios días consecutivos, vengo corriendo a este rincón para contároslo con la esperanza de que pueda divertir también a vuestros niños.

Este es el caso de la aplicación que hoy reseñamos y con la que lleva jugando entusiasmado varias semanas. Es una suerte que tuviera un precio tan asequible (0,89 €) porque, de lo contrario, no creo que me hubiera animado a descargarla. Ha sido mucho el desembolso inútil en apps, así que ahora no me arriesgo fácilmente. Es por ello que me parece tan importante que las aplicaciones (sobre todo las de cierto coste) cuenten con una versión gratuita de prueba o, al menos, con algún vídeo oficial (realista y sin excesiva edición, por favor) que permita visualizar su funcionamiento.

Descripción: Esta app de Filismundus nos sitúa en un taller mecánico al que acuden diferentes y variopintos vehículos. El jugador actúa como mecánico satisfaciendo las demandas de sus clientes: desde un sencillo repostaje, lavado o revisión de la presión de los neumáticos hasta el cambio de aceite, reposición de anticongelante, recambio de ruedas o labores de chapa y pintura.

Cada tarea es remunerada y permite al niño ir acumulando monedas en su caja registradora. Esta resulta una parte muy interesante de la actividad, ya que ofrece la oportunidad de trabajar la numeración de una forma lúdica: reconocimiento de cifras, entender cómo van aumentando progresivamente, proponerles objetivos que den sentido a la numeración. Si, por ejemplo, ha conseguido 320 monedas, podemos animarle diciéndole: “a ver si llegas a 350”; si obtiene 780 proponerle alcanzar las 900, etc. Es una forma útil y amena de aprender a contar de decena en decena o de centena en centena.

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