Kalle Könkkölä y el Comando Tullido

Durante nuestra etapa y media del Camino de Santiago el pasado septiembre, pude compartir algunas conversaciones con Dabiz Riaño. Todas ellas, no diré inspiradoras por lo mucho que me chirría la palabra «inspiración», pero sí de alguna forma «espoleadoras». De vez en cuando, surgen intercambios de palabras o de imágenes que nos sirven de espoleta para idear acciones que reivindiquen eso que nos mueve a diario: los derechos humanos de todas las personas.

En un momento del camino (inspirados quizás por los bosques de robles que nos acogían, o más bien por todas las barreras que a los bípedos nos hubieran pasado desapercibidas de no ir acompañados por miembros del Comando Tullido), Dabiz me habló de Kalle Könkkölä. Y en concreto de una acción que llevó a cabo en el parlamento finlandés del que formaba parte. Pero no en el ámbito legislativo, como cabría esperar, sino en sus cuartos de baño.

Primer plano de Kalle Könkkölä

Kalle Könkkölä

Kalle Könkkölä fue un activista del movimiento socio-ecológico en los 70. Fue uno de los fundadores de la Threshold Association, que reivindicaba los derechos de las personas nombradas por la discapacidad, y de Helsinki Movement, organización pionera en el movimiento ecologista.

En 1983 se convirtió en el primer diputado verde de Finlandia y también en el primer miembro de su parlamento con diversidad funcional. Inicialmente el parlamento finlandés le denegó la asistencia personal que necesitaba para llevar a cabo su trabajo político y llegó a pedirle que se trasladara a una residencia. Könkkölä denunció esta reacción paternalista y discriminatoria y ganó su demanda, ayudando a sentar un importante precedente en su país.

Buscando información sobre este activista del que Dabiz ya me había hablado en otras ocasiones, me sorprendió leer sobre lo revolucionario y anticipado de su pensamiento polìtico. Aunó las reivindicaciones del movimiento de vida independiente y las del activismo ecológico. Un ejemplo: Könkkölä defendía un planeamiento urbanístico desde la perspectiva de la accesibilidad universal y en contra de la hegemonía de los coches (que ya entonces eran prioritarios y se situaban por delante de las necesidades habitacionales o de la calidad de vida). Cuarenta años después, sus ideas siguen siendo innovadoras y revolucionarias. Desgraciadamente.

Fotografía de Kalle Könkkölä en el parlamento finlandés en 1983

Kalle Könkkölä en el parlamento finlandés en 1983

Pero a lo que íbamos: a los baños del Parlamento de Finlandia. Dabiz me contó que cuando Kalle fue elegido diputado, los baños no eran accesibles y lo primero que hizo fue solicitar su reforma. Entonces le dijeron que, vale, que los diseñara como él quisiera —se verían venir una nueva demanda—. Y así lo hizo. Y entre otras indicaciones, pidió que midieran como máximo 1,70 de alto, medida que se ajustaba perfectamente a sus necesidades. ¿Qué pasó? Pues lo que cabría esperar, que golpeó al resto de sus compañeros diputados donde más les dolía: en la cabeza. De forma física (dada la estatura del finlandés medio) y moral. ¡Me pareció una genialidad!

Dabiz y su Comando Tullido también han llevado a cabo genialidades por el estilo. Uno de sus propósitos es recogerlas en un proyecto audiovisual que ojalá podamos ver pronto. Mientras, os recomiendo mucho mucho muchísimo su documental 7 lagos, 7 vidas. Podéis verlo en Vimeo, Movistar y Filmin. Hacedme caso porque es una maravilla.

 

ALGUNAS ACCIONES DEL COMANDO TULLIDO

Don Quijote y Sancho se topan con el escalón de la Catedral de Alcalá: enlace

Truco o trato: enlace

Viva la rampa: enlace

Los Reyes Magos: enlace

El árbol de Paco: enlace

 

Deja un comentario