Instrumentos que permiten innovar y motivar mediante la utilización de las TICs

Introducir tecnología en las aulas  no puede consistir tan sólo en sustituir libros por portátiles o cuadernos por tabletas. La utilización de estas herramientas de información y comunicación debe impulsar también una transformación de la metodología y de la forma de alcanzar diferentes objetivos pedagógicos y académicos.

El libro de texto digital no puede limitarse a reproducir la dinámica del libro en papel sobre un formato digital. Es más, quizás debiéramos plantearnos su eliminación o, al menos, promover que se utilice en menor medida. Los libros no pueden seguir siendo la columna vertebral de la enseñanza. Ese papel corresponde al docente que ve minada su libertad, imaginación y vocación por la dictadura que implica la rigidez de temarios y libros de texto.

Deberíamos aprovechar esa multitud de herramientas que se encierran en una tableta: diccionarios, enciclopedias, mapas, cámara de foto y vídeo, grabadora, editor de textos y presentaciones, aplicaciones que permiten componer collages, cómics, libros… Las posibilidades son infinitas,  así que no deberíamos limitar su uso al acto de abrir un libro digital por tal página o utilizar determinada aplicación para reforzar la ortografía, las tablas de multiplicar o los conocimientos de anatomía.

Hace unos meses mi hija me pidió que le ayudara a crear su propio blog. Es una lectora voraz y quería compartir los libros con los que más había disfrutado y que más le habían conmovido. Así nació Ler para dentro. La administración de este espacio y todo lo que implica, quizás le haya restado tiempo para hacer deberes y estudiar, pero lo que ha ganado a cambio es impagable.

Educacion y TICs

lerparadentro.com

No sólo ha sido un incentivo más a su pasión por la lectura, sino que le ha dado la oportunidad de aprender de multitud de temas y sobre la utilización de diferentes herramientas a través de la práctica:

  • Elección del nombre del blog
  • Diseño, contenido y estructura del blog
  • Definición de categorías y etiquetas
  • Manejo de documentación e información (sobre las obras, enlaces a biografías y webs oficiales de los autores)
  • Búsqueda, selección y descarga de imágenes
  • Creación de imágenes propias (manejo de la cámara, de aplicaciones de fotografía, edición de imágenes, etc.)
  • Redacción y revisión de textos, cuidado de la ortografía, edición de textos, práctica de la mecanografía…
  • Aprender los entresijos de la informática más allá del “abrir” y “aceptar”
  • Interacción con sus lectores a través de comentarios, correos y mensajes. Una forma de aprender a relacionarse en la galaxia virtual que les ayudará después a saber cómo moverse por las redes sociales

Educacion y TICs

Con el tiempo, además, no sólo ha dado cabida en el blog a sus lecturas preferidas, sino que también ha explorado otras vías de creación, incluyendo textos propios y aprovechando este espacio como excusa para cultivar y compartir otra de sus pasiones como es la fotografía. Su último proyecto es la publicación de algunos de los cuentos que ha escrito. Está colaborando con un compañero de clase, que es un genio del dibujo, para ilustrarlos. ¿Qué mejor manera de cultivar la creación artística y fomentar el trabajo en equipo?

Con todo lo descrito, ¿cómo no se va a aburrir con los ejercicios de corta y pega manual que significan las actividades de los libros de texto? Es más, me parece un milagro que no se haya rebelado y negado en redondo a dedicar tiempo a estas tareas. Lo acata y hace los deberes de turno sin ganas y con resignación, lo que me plantea enormes dudas acerca de su utilidad y sobre si es realmente una forma eficaz de alcanzar un aprendizaje y asimilar conocimiento. Resulta extraordinariamente aburrido y poco motivador hacer las cosas sin sentido y sin un objetivo claro. Sobre todo si se tiene 12 años y se está rodeada de infinidad de actividades e instrumentos fascinantes y sugerentes.

Saquemos provecho de las tabletas y de las pizarras digitales. Las posibilidades seguramente sean infinitas. Se podría utilizar en el aprendizaje de conocimiento del medio, animando a los alumnos a salir con sus cámaras a retratar la flora de su entorno, buscar información en internet y elaborar una presentación particular sobre el tema. Lo mismo con el patrimonio arquitectónico, etnográfico o cultural del lugar en el que viven. Existen aplicaciones que permiten la creación de collages y composiciones, cuentos ilustrados, cómics y hasta revistas.

Estos dispositivos resultan también herramientas increíbles en cuanto a la enseñanza de lenguas extranjeras. Recuerdo cuando en mi época de EGB nuestra innovadora maestra de inglés nos inscribió en un programa para cartearnos con niños anglosajones. Resultó una experiencia increíble que, sin embargo, requería de enormes dosis de paciencia dado lo prolongado del tiempo que transcurría entre el envío de una misiva y la contestación de mi pen-friend de Cardiff. El correo electrónico y las plataformas de mensajería instantánea posibilitan una inmediatez que constituye el más poderos de los estímulos. Nada mejor para incentivar el aprendizaje de otro idioma que la utilización del instrumento que le da sentido: la comunicación. Y no son pocas las iniciativas que existen en la red que propician el encuentro y la comunicación entre alumnos de diferentes países.

Todo esto no supone más que una pequeña parte de la infinidad de actividades que permiten las TICs. Son, además, actividades dinámicas que convierten el acto de aprender en algo lúdico, emocionante y activo. La letra no entra con sangre, así solo se alcanza el desinterés, la alienación y el aborregamiento. Y nosotros deberíamos aspirar a formar niños despiertos, creativos y, sobre todo, felices.

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Aplicación de las nuevas tecnologías a la Educación

Enseñar dónde, cómo y con quién

Enseñar dónde, cómo y con quién

IMG_6064Saber dónde. En la anterior entrada reflexionaba acerca de las carencias que tienen muchas veces nuestros niños cuando se colocan frente a la pantalla del ordenador, desmintiendo así ese tópico generado por su definición como “nativos digitales”. Lo cierto es que no saben dónde encontrar la información que precisan, ni distinguir las fuentes fiables de las que no lo son. Lo ilustraba con el ejemplo del esfuerzo que supuso para mi hija localizar una simple poesía por encargo de uno de sus profesores.

Además de las horas de práctica necesarias para aprender a localizar información en la red, sería también necesaria una adecuada orientación por parte del docente, encaminada a enseñar a sus alumnos la forma más efectiva de localizar esa información, así como los criterios de búsqueda y las combinaciones de palabras más eficaces en cada caso.

Cuando se encarga a un alumno buscar en internet un poema (o cualquier otro tipo de documento o información), debería instruírsele previamente sobre cómo hacerlo. O, al menos, aprovechar esa experiencia con posterioridad: se podría utilizar este tipo de actividad no sólo para cultivar la afición a la poesía, sino también para realizar una puesta en común posterior en la clase donde los alumnos compartieran su experiencia en esta búsqueda. Podrían cotejar el tiempo invertido por cada uno, analizar y comparar los términos de búsqueda empleados, para concluir cuál es el mejor camino y el criterio más eficaz para completar con éxito y en el menor tiempo posible el ejercicio.

Me he hecho el firme propósito de reservar algún hueco a lo largo de la semana, para instruir a mi hija sobre el manejo y la búsqueda de información en la red. Se desenvuelve a las mil maravillas en Tuenti o Youtube, dadas las horas invertidas en estas plataformas. Saber buscar en internet información fiable y con la mínima pérdida de tiempo, es una habilidad que también requiere de práctica.

Saber cómo. La falta de criterio y de juicio crítico de los niños no se aplica tan sólo a la búsqueda de información. Hace unos días mi hija descubrió (con cinco años de retraso) la canción Viva la vida de Coldplay. Tanto le entusiasmó, que buscó la partitura en internet para poder tocarla al piano. Esta aventura nos ha costado una infección de virus y troyanos en el PC de consecuencias todavía imprevisibles. Ha servido, sin embargo, para que por fin entienda que no debe teclear nunca en la barra de Google la combinación “descargar” + “gratis”. Es el camino más recto para instalar archivos que acaben cargándose nuestro ordenador.

Los niños y adolescentes no instruidos en el uso adecuado de la tecnología, son extraordinariamente imprudentes. No se puede dar a “aplicar”, “descargar” o “instalar” sin pensárselo dos veces como hacen ellos. Por no hablar de que no saben cómo salir del lío cuando el sistema se colapsa o la interfaz gráfica no responde como debe, a no ser “apagando por las bravas”. Desterremos el falso mito de los “nativos digitales”. Ser un usuario activo de tecnología no garantiza el saber cómo utilizarla sin unos conocimientos básicos previos y una adecuada supervisión.

Cierto es que no se necesita conocer con precisión el funcionamiento de un motor para conducir un coche. Pero sí resulta imprescindible conocer las normas de circulación, distinguir las señales de tráfico, saber cómo revisar la presión de los neumáticos y hasta cómo cambiar una rueda.

Educacion y TICsSaber con quién. Los “inmigrantes digitales” estamos tan preocupados porque nuestros hijos sepan desenvolverse en el mundo virtual, que muchas veces les dejamos acceder a él de forma ilimitada, sin formación, sin guía y sin supervisión.

Existen dos tipos de ciberpadres:

Los despreocupados. Formado por aquellos que no ejercen ningún tipo de vigilancia ni control, amparados en la aparente seguridad física de tener a su hijo a salvo entre las cuatro paredes de su habitación. Hasta que un día se despiertan, entre desconcertados y sorprendidos, por la depresión en que está sumida una hija, a quien en la intimidad de sus cuatro paredes se le ocurrió mandar a su novio una foto en ropa interior que circula ahora por medio instituto, o de un hijo sometido a ciberbullying a través de una red social.

Son muchísimos los epígrafes que se podrían dedicar al desconocimiento o mal uso que los niños y adolescentes hacen de la tecnología y de la red. Sólo intento desbaratar esa idea de que es un mundo en el que saben desenvolverse sin problemas y donde nos llevan una enorme delantera. No es verdad. Y deberíamos interiorizar esto cuanto antes para evitar las consecuencias de ese mundo tan grande como variado, donde hay información, arte, creatividad, amistad… y también riesgos, accidentes y peligros.

Los ciberhistéricos. Este segundo grupo lo constituyen padres convencidos de que hay un pederasta listo para acosar a sus hijos al primer clic que estos ejecuten. De tal modo, que restringen su acceso a internet y apenas sí les dejan consultar el correo electrónico o la web de la escuela. Privan a sus hijos de las inmensas posibilidades del Universo Google.

A la espera de que aparezca una tercera opción más sensata, yo me encuentro moviéndome entre ambas categorías dependiendo del momento, aunque debo reconocer que el pie de la histeria está más anclado que el de la despreocupación. Y, del mismo modo que mi madre me contaba cuanta violación tenía lugar en 10.000 km. a la redonda cuando yo era adolescente y anunciaba mi intención de regresar tarde, me veo ahora a mí misma transmitiendo a mi hija cada noticia que aparece en relación al ciberacoso, al sexting y al grooming.

Cuando creía saber todo sobre este tema, me sorprendieron los nuevos datos que ella misma me aportó a raíz de una charla impartida en su instituto por un equipo especializado de la Guardia Civil. Este tipo de encuentros debería ser obligatorio en las escuelas al menos una vez por semestre. Tanto para los niños como, y sobre todo, para sus padres.

Suelo estar vigilante a los pasos de mis hijos en el ciberespacio. Algunos padres consideran que esto supone una intromisión en su intimidad. Sin embargo, si nos preocupamos por saber con quién se relacionan en el mundo real, a dónde van, cuándo y durante cuánto tiempo, no deberíamos considerar una intrusión en su privacidad el saber de estas circunstancias también en el mundo virtual. Considero que informarme sobre dónde y con quién han estado mis hijos en internet, no equivale a leer su diario. Aunque como nadie me ha formado ni orientado sobre esto, puedo estar perfectamente equivocada. Cada vez que algún aspecto de la educación de mis hijos me plantea alguna duda, suelo remitirme a cómo resolvían mis propios padres situaciones similares. Valoro como adecuada, sensata y justa la forma en que ellos me educaron e intento obrar siempre del mismo modo o, al menos, de forma similar. Sin embargo, ese recurso no me sirve en este campo. Somos nosotros quienes nos vamos a tener que encargar de señalar el camino por primera vez. Y esa idea asusta… y mucho.

Enlaces de interés:

Pantallas amigas

Protégeles

Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil

El blog de Angelucho

Violencia Sexual Digital

Ciberacoso

Sexting

Stop grooming!

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Educacion y TICs

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Competencia digital. Nos vemos constantemente bombardeados con noticias, artículos y estudios de los especialistas más diversos, sobre la necesidad de introducir en la escuela las nuevas tecnologías de la comunicación e información (eso que conocemos con el manido acrónimo de TICs). Pedagogos, científicos, periodistas… todos, absolutamente todos, inciden en la idea de que la sociedad que hemos creado en el siglo XXI, obliga a que los alumnos sepan desenvolverse en el mundo digital.

Y, aunque resulte una obviedad, estas competencias requieren, para empezar, que los niños estén en contacto con este tipo de dispositivos. Esto es algo que debería garantizar la escuela pública, dados los claros desequilibrios sociales que impiden que todos los niños tengan acceso a un ordenador o cuenten con conexión a internet, los dos factores principales para desarrollar esas competencias.

Así que, estamos inmersos en la tarea de llenar las aulas de dispositivos (ordenadores de mesa, portátiles, pantallas digitales, tabletas…) y generalizando el acceso a internet en las escuelas. Ahora bien, la competencia digital no se logra tan sólo poniendo estos instrumentos a disposición del alumno. Si cambiamos las herramientas pero seguimos empleando la misma metodología del pasado, nada cambiará. La metodología actual es la misma que se empleaba cuando estudiaba yo y cuando lo hacían quienes se lo podían permitir en la época de mis abuelos y hasta bisabuelos. Sin embargo, el mundo en que vivimos ya no se parece en nada a aquél.

No se trata simplemente de sustituir los lápices y cuadernos por portátiles o tabletas, y los libros en papel por formatos digitales. El cambio no consiste en esto. La transformación de la educación para adaptarla a la sociedad de la comunicación va mucho más allá. Y ese cambio radical es imposible sin una modificación de la metodología que garantice el aprendizaje, ya que la mera introducción de tecnología en el aula no lo garantiza.  Lo que resulta realmente definitivo es el procesamiento de la información que el alumno realiza. Y para ello es determinante el papel del profesorado.

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educacontic.es

La tecnología es un mero instrumento que abre nuevos caminos y permite posibilidades impensables hasta ahora. Garantiza el acceso a la información de forma ágil y cómoda. Sin embargo, es necesario educar a los niños para que adquieran sentido crítico. Orientarles y guiarles para que sepan cómo acceder a esa información.

Juicio crítico. Tenemos la falsa percepción de que los niños van por delante de nosotros en cuanto a su desenvolvimiento en el mundo virtual, pero esta es una verdad a medias. Los niños y adolescentes son auténticos expertos en juegos digitales, saben cómo acceder y descargar los contenidos que les interesan (juegos, música, películas) y se mueven como nadie en las redes sociales. Sin embargo, cuando un niño (e incluso muchos adultos) busca información en internet, se queda con lo primero que Google le muestra, sin valorar la fiabilidad y credibilidad de esa fuente. Y en la red hay tanta información y documentación, como desinformación, mentiras y medias verdades. Es necesario enseñarles a distinguir la información fiable y documentada, de aquella que no lo es.

Es indispensable educar al alumnado en la utilización correcta de los buscadores, así como orientarles hacia sitios, páginas y webs de confianza, que son infinitos en la blogosfera. La red nos da acceso a infinidad de bibliotecas públicas digitales, a bancos de imágenes, diccionarios y enciclopedias, museos virtuales.… Ni siquiera es necesario ya desplegar los viejos mapas polvorientos, ahora podemos asomarnos al mundo a través de Google Earth. Las posibilidades a nuestro alcance son infinitas, pero hay que aprender cómo y a dónde ir. Y esta labor de formación descansa sobre los docentes.

Nuestros niños también desconocen cuáles son los criterios de búsqueda o la combinación de palabras que resulta más apropiada a la hora de encontrar una información concreta. He visto a mi hija desesperarse buscando una poesía en internet, sin éxito y durante casi media hora, para a continuación quedarse perpleja al ver como su madre era capaz de localizarla  en medio minuto y a un golpe de clic.  Debería incluirse entre los objetivos de la escuela, el enseñar a los alumnos la forma más adecuada para localizar la información que les interesa, así como dilucidar cuáles son las palabras o expresiones clave para acceder a ella. Son indispensables, además, muchas horas de práctica para alcanzar esta habilidad. De la misma forma que es imprescindible la realización de cuentas y ejercicios prácticos para adquirir destreza en el cálculo matemático.

La tecnología en si misma no garantiza una mayor motivación e implicación del alumnado. Incentivar y aprovechar esa curiosidad innata que tienen los niños es tarea del profesor. Esta motivación se puede espolear a través del cambio de la metodología didáctica que requiere la utilización de estas nuevas herramientas digitales. Nos abren posibilidades inmensas e increíbles en cuanto a la generación de contenidos. El libro digital no puede consistir tan sólo en un cambio de formato. La mayoría de editoriales denominan así a la reproducción del libro de texto, a una mera maqueta digitalizada de la versión en papel. Esto no es un libro digital.

Las tabletas y los portátiles tampoco deberían reducir su papel a ser meros  “contenedores” de aplicaciones o de libros de texto, sino que deberían utilizarse como herramientas para la creación de material por parte del alumno. Facilitan el acceso rápido a fuentes de  información, ofrecen la posibilidad de hacer fotos, grabar vídeos, audios… Es fabuloso el rendimiento que se le podría sacar a la combinación de estos elementos, si se realizaran buenas actividades con una metodología adecuada.

Educacion y TICsY para ello sería también necesaria una adecuada formación de los docentes que, en la actualidad, carecen de guía sobre cómo integrar estas nuevas tecnologías en la estructura de la clase y el currículo académico. Esta orientación, cuando existe, se limita a una formación meramente técnica, a instruirles sobre qué botones pulsar y no acerca de las infinitas posibilidades pedagógicas que estas herramientas ofrecen. Existen muchos profesores y maestros que están implementando una nueva pedagogía real utilizando las TICs, fruto de su propia iniciativa e impulsada por la vocación, la curiosidad y el deseo de innovar.

Lo que sí resulta incuestionable, aún con la metodología clásica, es la importancia de las nuevas tecnologías para el alumnado con diversidad funcional. A mi hijo le resultaría imposible ejecutar trazos legibles con un lápiz. No puede esperar uno, dos o quince años a mejorar sus habilidades en cuanto a la motricidad fina para aprender escribir, cuando es perfectamente capaz de hacerlo mediante un teclado. Lo importante es aprender a leer y escribir, lo de menos la herramienta empleada. Sin embargo, esto  es algo muy concreto y específico.

Educacion y TICsNo me gusta la educación actual que sigue tratando a todo el conjunto de niños de una clase como un todo homogéneo, con los mismos libros, la misma metodología y los mismos objetivos. Cada niño debería aprender siguiendo su propia evolución madurativa y en función de sus habilidades, inquietudes e intereses. Sin libros de texto, sin programas ni currículos prefijados, sino en función de los intereses y curiosidades que surjan en la clase. Y todo esto es posible con la aplicación de la metodología constructivista y el trabajo por proyectos.

Hoy en día nos estamos volviendo locos introduciendo TICs en las aulas, sin ton ni son. Si Antón pudiera escribir a mano, sería absurdo que hiciera todo lo que se ve obligado a hacer para ejecutar los ejercicios en el mal llamado libro digital de que dispone (y que no deja de ser una maqueta en pdf del libro en papel y resulta una auténtica pesadilla). La revolución digital es otra cosa y no consiste en llenar la aulas de portátiles o iPads. Debería consistir en enseñar a los niños a utilizar esas herramientas.

La educación tal y como se aplica hoy en día no funciona. Prueba de ello es el elevado índice de fracaso escolar que, no sólo no disminuye, sino que no deja de incrementarse curso tras curso. La metodología actual no es efectiva y, muchas veces, aburre o aborrega a los niños. La solución no reside en cambiar los instrumentos (sustitución de libros por tabletas), sino en cambiar la forma en que se enseña. Y no hace falta inventar la rueda, ya está inventada y se llamada metodología constructivista y trabajo por proyectos.

Espero que algún día administración, docentes y familias dejemos de lado nuestros respectivos intereses y podamos alcanzar un consenso para llevar a cabo los cambios que la Escuela Pública precisa, para convertir la Educación en un instrumento real de avance y progreso. Porque, ahora mismo, quienes están en medio y pagando los platos rotos de nuestras discrepancias son los niños. Sin educación nunca alcanzaremos esa sociedad justa y equitativa que lleva soñando la humanidad desde su origen.

Todos iguales en Sistema educativo

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Enseñar dónde, cómo y con quién (Seguridad en la red)

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Pequeños consejos para aprender y disfrutar en verano

Composicion VERANO2

Conviene analizar aquellos puntos o temas donde el niño ha encontrado mayores dificultades a lo largo del curso e idear recursos para que pueda entenderlos y ejercitarlos.

El verano también puede aprovecharse para adelantar temas, materias, conceptos con los que entrará en contacto en el nuevo curso a partir de septiembre. En nuestro caso, estamos abordando las tablas de multiplicar para que no se le haga tan duro el comienzo de curso y le lleve a desmotivarse.

Resulta aconsejable establecer una rutina y plantear un horario regular y un lugar estable de trabajo. Nosotros intentamos hacerlos después de desayunar, momento en que el niño está más fresco e inspirado y no nos condiciona ya el resto del día.

Limitar el tiempo que dedicamos a estas tareas: en el primer ciclo de primaria resulta aconsejable no dedicar más de 40-50 minutos, a lo sumo una hora. El verano es un tiempo de relax y descanso que los niños necesitan. El realizar una pequeña tarea diaria es interesante para que no pierdan el hábito del trabajo, al tiempo que resulta una excelente excusa para dedicarles un tiempo y atención exclusivas. Resulta interesante aprovechar actividades lúdicas para repasar cuestiones académicas pero sin que lo vean como algo negativo y les genere rechazo, de lo contrario, será un tiempo desaprovechado. Es por ello importante la cuestión del tiempo. Más vale media hora bien aprovechada que varias que sólo sirvan para generar rechazo hacia el trabajo académico.

Este tipo de tareas no implican forzosamente sentarse en una mesa y delante de un conjunto de material de trabajo, sino que podemos aprovechar las oportunidades que las actividades/salidas que realizamos en verano nos ofrecen: viajando en coche, en salas de espera de estaciones y aeropuertos, camino de la playa, paseando por el monte, visitando mercadillos, etc. Cualquier entorno nos ofrecerá magníficos recursos para realizar actividades lúdicas que, al tiempo, sirvan para ejercitar contenidos aprendidos durante el curso.

Esos eternos viajes en coche son una excelente oportunidad para plantear diferentes actividades que, además, ayudarán a sobrellevar el tedio del viaje y supondrán una excusa para todos los miembros de la familia puedan interactuar: jugar a las palabras encadenadas, plantear pequeñas operaciones aritméticas que vamos resolviendo todos los pasajeros por turnos, localizar determinados números o letras en las matrículas de otros vehículos, jugar a adivinar palabras que comiencen por determinada letra, observar e identificar elementos naturales del paisaje, etc.

Podemos ejercitar la numeración y practicar el cálculo aprovechando las excusas que nuestras actividades y salidas nos ofrecen: hacer que el niño observe el cartel de los helados y animarle a elegir aquel artículo que no supere determinada cifra, fijarse en el precio de los artículos en los estantes del supermercado a la hora de hacer la compra, observar el cambio a la hora de pagar, hacer que sean los niños quienes se encarguen de pedir la cuenta y decidir con ellos el billete/monedas que debemos entregar para pagar, comprobar el cambio, etc.

El juego de las palabras encadenadas, el veo-veo o el registro de un Diario de Verano supone una estupenda oportunidad para practicar la ortografía y la redacción.

Podemos aprovechar las construcciones de arena en la playa para trabajar el reconocimiento de distintas formas geométricas o ejercitar la orientación espacial.

Aprovechemos cualquier excusa que se nos ocurra. El aprendizaje no debe estar basado únicamente en apps/tecnología o libros de texto. La vida real nos ofrece infinidad de situaciones para que nuestros hijos avancen y progresen en su aprendizaje. Suponen además, una excelente excusa para interactuar con ellos y dedicarles toda nuestra atención que es lo que realmente ellos desean y que actúa como la mayor de las motivaciones.

FELIZ Y PROVECHOSO VERANO

Diario ilustrado del Trabajo de Verano

VERANOVaya por delante que las vacaciones, especialmente las de verano, están hechas para descansar. Sin embargo, es un descanso tan prolongado en el tiempo (quizás deberíamos plantearnos imitar a nuestros vecinos del norte a la hora de repartir mejor los períodos vacacionales), que no está de más reservar entre las actividades de nuestros hijos un espacio para el trabajo y el estudio, aunque revestido de un disfraz todo lo divertido y amable que nos sea posible.

El trabajo de verano ha de adaptarse a las circunstancias de cada niño. A mi hija mayor nunca le impuse una tarea de verano, aunque siempre traté de proveerle de un buen kit de libros para estos meses que se adaptaran a sus gustos, intereses y personalidad (cambiantes con el tiempo). La lectura es, sin duda, la actividad más recomendable para este tiempo, permite a los niños seguir aprendiendo mientras se divierten.

Sin embargo, con el enano la cosa es diferente. Las limitaciones motoras e intelectuales condicionadas por su discapacidad, nos obligan a aprovechar este tiempo para trabajar aquellos puntos donde ha encontrado más dificultades a lo largo del curso, a la vez que intentar adelantar algunos de los temas que se le vayan a plantear de cara al año que viene, de forma que el comienzo de curso no se le haga especialmente duro o desmotivador.

He querido dedicar la entrada de hoy a mostrar algunas de las actividades que utilizamos para lograr estos objetivos.

NUMERACIÓN: Estamos aprovechando el verano para trabajar aquellos puntos donde ha mostrado mayores dificultades durante el curso: contar de 2 en 2, de 5 en 5, de 10 en 10, de 100 en 100… Tanto hacia adelante como hacia atrás. He comprobado que necesita visualizar los números en su conjunto para orientarse y desplazarse en la numeración. Contamos con unas hojas plastificadas que incluyen los números entre 1 y 1000. La utilización de una cinta métrica también es un recurso muy útil, ya que permite visualizar los números de forma lineal.

Por otra parte, utilizamos de forma regular las apps de Rubio para ejercitar el cálculo y practicar operaciones aritméticas.

 NUMERACION

MULTIPLICACIÓN: Tratamos también de aprovechar este tiempo para iniciarnos en el mundo de la multiplicación, que centrará el tiempo de las matemáticas el curso que viene. Lo prioritario es que entienda primero este concepto, más adelante intentaremos memorizar las tablas más sencillas. Utilizamos como apoyo algunas de la aplicaciones para multiplicar reseñadas aquí durante las últimas semanas.

 MULTIPLICACION

LECTURA: Aprovechamos cada día para leer un rato. Hemos escogido libros con historias cortas. Resulta difícil encontrar colecciones que se ajusten a este momento de la lectura, cuando los cuentos pensados para los primeros años resultan ya demasiado infantiles y aquellos destinados a “primeros lectores” son aún demasiado complejos, ya que no permiten completar la lectura de la historia en un tiempo máximo de 10/15 minutos. Mi hijo no tiene todavía la paciencia necesaria para leer libros más extensos que requieren de varios días para completar la historia. Hemos encontrado una colección que nos ha gustado mucho es “Mis primeras páginas” de Almadraba.

Recomendación: tirad de biblioteca y seguro que vuestra búsqueda obtendrá resultados. No seleccionéis los libros en función de vuestros gustos o del mensaje que trasmiten. Elegid aquellos que creéis se puedan adaptar a los gustos y personalidad de vuestros hijos. La clave principal para formar lectores es iniciarse en la lectura divirtiéndose, de lo contrario sólo conseguiremos que la aborrezcan. Ya tendrán tiempo de adultos para acudir a libros que les aporten otros valores más allá del puro placer.

No os fieis ciegamente de las recomendaciones de otros, por muy expertos que sean. Nadie conoce a vuestros hijos como vosotros. La mayoría de libros que le apasionaban a mi hija mayor en estos primeros cursos de primaria, a su hermano pequeño no le dicen nada. He tenido que volver a salir a la búsqueda de nuevos temas y colecciones que en nada se parecen a lo que atraía a su hermana.

Aquí os dejo el enlace de algunas de las colecciones que apasionaron a mi hija entre los 6-9 años:

La casa mágica del árbol. SM (Esta es la única serie de los libros heredados de su hermana que también le encanta al enano)

Katie Kazoo. Bruño

Junie B. Jones. Bruño

Judy Moody. Alfaguara

Ruby Rogers. Anaya

Mila y Luna. Montena

Bat Pat. Montena

Gerónimo Stilton. Planeta

Tea Stilton. Planeta

Manolito Gafotas. Alfaguara

Rebasada esa edad y ya en plena preadolescencia, mi recomendación, sin ningún género de dudas, cualquier título de la Colección Juvenil de la Editorial Salamandra. No ha habido ni un sólo libro de esta editorial que, no sólo no haya defraudado a mi hija, sino que todos le han entusiasmado y renovado su placer por la lectura. Ojalá todas las firmas orientadas a este sector de lectores mimaran tanto lo que editan como este sello.

LECTURA

ESCRITURA: Hemos creado un documento en el Pages del iPad titulado “Diario de Verano”. Aquí Antón escribe cada día unas tres líneas en las que describe o narra lo que más le apetece. Resulta infinitamente más interesante y motivador que las actividades incluidas a tal fin en cualquier libro de vacaciones. Una de las lagunas más importantes que detecto en la enseñanza actual es la relacionada con la redacción. Seguro que todos recordamos aquella redacción semanal ineludible de nuestra etapa de EGB. Suponía un ejercicio de escritura y de estímulo de la imaginación impagable que hoy en día parece completamente abandonado. De la misma forma que sólo es posible aprender a leer ejercitando la lectura, resulta imposible aprender a escribir sin el ejercicio continuo y sistemático de la redacción.

REDACCION