Me pregunto si tiene sentido la cantidad de esfuerzo, paciencia y tiempo que los niños deben invertir en la memorización de las tablas de multiplicar. Cierto que el dominio del cálculo es esencial, pero ¿de verdad que merece la pena destinarle tanta energía a estas edades? ¿Cuántos de nosotros adultos dominamos plenamente las tablas de multiplicar? Debo confesar que, al menos yo, tengo varias lagunas (la tabla del 9 se me resistirá eternamente) y, sin embargo, me veo perfectamente capaz de andar por la vida.
Seguramente suponía una necesidad más básica hace algún tiempo, de lo que se ha vuelto hoy en día que llevamos una calculadora siempre a mano en forma de móvil.
De ninguna manera estoy diciendo que no se deba abordar el tema de las tablas y en general los ejercicios de memorización. Claro que son necesarios, tan sólo planteo que quizás se les dedica más tiempo y esfuerzo del que seguramente merecen.
¿No sería más importante y necesario, tal y como analizábamos en anteriores entradas, que les enseñáramos a desarrollar el sentido crítico, a buscar información fiable entre los millones de páginas que hay publicadas en internet, en lugar de que se conformen con lo primero que Google les muestra? ¿No deberían aprender a no reenviar todos los mensajes que reciben sin asegurarse antes de que puedan ser hoax? A todos nos inundan el móvil y el correo con anuncios urgentes y vitales que nos hablan de niñas secuestradas (¡¡con modelo y matrícula del vehículo del secuestrador incluidos!!), alimentos y productos mortíferos, wasaps de pago, cadenas que no debes cortar si no quieres ver desaparecer a toda tu familia o que llegue el fin del mundo…. Aunque, si ni siquiera la mayoría de adultos dedican dos minutos a comprobar la veracidad de estas informaciones, ¿cómo lo van a hacer nuestros niños?
Deberíamos tomarnos en serio una renovación profunda de los programas de estudios para preparar a los alumnos para este nuevo mundo. De la misma forma que ya no resulta necesario saber cómo cazar mamuts, tampoco deberíamos seguir educándolos para resolver problemas que han dejado de serlo, mientras deben aprender a solventar por sí mismos los nuevos que están surgiendo.
En fin, sea como fuere, el caso es que el programa del curso que viene obliga a Antón a memorizar esas combinaciones de números llamadas tablas de multiplicar y en esas estamos. Preparándonos para lo que nos viene….
Motion Math: Wings
Desarrollador: Motion Math
Idioma: inglés (no relevante)
Precio: paquete básico gratuito
Compras integradas. 10 niveles: 5,99€
Categoría: Números/Multiplicar
Descripción: En la anterior entrada hacíamos referencia a la dificultad de encontrar aplicaciones que nos sirvan para iniciar a los niños en la multiplicación de forma fácil, gráfica y, a poder ser, divertida. De entre la multitud de apps que hemos probado, esta que hoy reseñamos es la que nos ha parecido más original y atractiva. Su único inconveniente es su coste: la versión completa que incluye todos los niveles asciende a 6€.
Las actividades incluidas permiten al niño entender el concepto de la multiplicación. Mientras la mayoría de aplicaciones se limitan a reproducir las tablas y su actividades se centran en la resolución de operaciones planteadas de la forma clásica (3×7, 4×9, 2×2, 5×8), el diseño de Motion Math utiliza recursos que ayudan a entender la lógica que se esconde detrás de estas operaciones. Muestra la multiplicación por medio de seis recursos visuales diferentes que ayudan a incorporar e integrar este concepto.
El protagonista de la actividad es un ave que ha busca su nido y ha perdido sus plumas. Por medio de un juego, que marca la velocidad y el rumbo de nuestro amigo, el niño debe resolver distintos problemas relacionados con la mecánica de la multiplicación, que ayudarán a nuestro pájaro a obtener plumas de colores, materiales para su nido y le encaminarán a su destino. El avance a través de los diferentes niveles de juego se realiza por medio de un atractivo plano que guía nuestros pasos y sirve para orientarnos.
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