Inclusión Escolar: Todos ganamos

Inclusión escolarHace nueve años, llegó a mi vida un ser maravilloso al que la lotería genética le puso las cosas mucho más difíciles que al resto de los niños que nacieron ese día en aquel hospital. Sin embargo, mi hijo se define por muchísimas más características que las modeladas por su discapacidad.

Es tenaz y luchador, cariñoso y alegre, testarudo y cabezota. Le entusiasma la música (desde Mozart hasta Queen, pasando por Manolo Escobar), devorar gominolas, subirse al tractor del abuelo y comerse la masa cruda del bizcocho con la excusa de ayudar a prepararlo. Leer cuentos de Teo y Os Bolechas, además de los clásicos de Perrault, Andersen o los Hermanos Grimm. Le encanta que le hagan cosquillas y odia cepillarse los dientes. Arrasa jugando al “ahorcado” y, si nos descuidamos, es capaz de ver de una sentada la última temporada de Peppa Pig, siete capítulos seguidos de La que se avecina o la gala completa de Tu cara me suena. Y, la única forma de que el resto del mundo pueda ver también más allá de sus dificultades motrices y de comunicación, es a través de la convivencia diaria, continua y normalizada. La vía para iniciar esa normalización es la inclusión escolar. Y en esas estamos desde que nació.

Tradicionalmente y a la hora de abordar la escolarización de niños con discapacidad en la escuela ordinaria, la atención se ha centrado casi exclusivamente sobre las ventajas que esta opción tiene para el alumnado con necesidades educativas especiales. Sin embargo, creo firmemente que esos beneficios circulan en ambos sentidos y que los “niños ordinarios” (si tal grupo existe realmente como un todo homogéneo) se benefician tanto o más de esa convivencia como el alumnado con diversidad funcional. Es necesario transmitir esta idea si queremos que la sociedad en su conjunto admita y fomente la inclusión. Dado nuestro alto grado de egoísmo, resulta difícil que luchemos por una causa si no percibimos que ésta nos vaya a beneficiar a  nosotros o a los nuestros.

Existen multitud de estudios, libros, artículos, documentales… que nos hablan de la necesidad de escolarizar a los niños con discapacidad en escuelas ordinarias. Todas se centran en las ventajas que ello reporta a este tipo de alumnado e insisten en que es la única vía para lograr la normalización de las vidas de las personas con diversidad funcional. Todos esos argumentos parecen incidir tan sólo en el beneficio que obtendrían los niños a quienes hasta hace algunos años no se les ofrecían otras alternativas de escolarización que los centros específicos o de educación especial. Desgraciadamente, estos autores olvidan casi siempre mencionar el enorme valor que esta convivencia aporta al resto de sus compañeros, a los niños que no viven las circunstancias de haber nacido con una discapacidad, y a la generalidad de la sociedad.

caretas

Beneficios para sus compañeros: Hasta la fecha, mi hijo ha tenido la suerte de contar con docentes que han sabido transmitir en las reuniones de padres, la infinidad de oportunidades que la convivencia con Antón les ha reportado a sus hijos. Esto, que parece una obviedad y que debería ocurrir por norma, no siempre es así. A mi hija mayor (sin discapacidad) le tocó en suerte una tutora que, cada vez que nos reuníamos con ella, no hacía más que lamentarse por lo condicionada que se veía por uno de los niños de aquella clase con discapacidad, lo mucho que entorpecía su trabajo y el lastre que suponía para el resto de compañeros. Mi marido y yo nos mirábamos sin dar crédito, preguntándonos si aquella señora conocería las circunstancias del hermano pequeño de su alumna y cruzando los dedos para que se jubilase antes de que Antón llegara a su curso.

Repito que, por suerte, las tutoras que ha tenido hasta ahora han incidido siempre en que los beneficios no han sido sólo para su compañero con discapacidad sino, también y sobre todo, para el resto de niños de la clase. Esta convivencia ha ofrecido a esos alumnos la oportunidad de conocer y poner en práctica valores de los que muchas veces sólo conocemos la teoría: la aceptación de la diversidad y la diferencia; la toma de conciencia del esfuerzo que las personas con discapacidad deben hacer cada día para alcanzar los mismos objetivos que el resto; la posibilidad de utilizar instrumentos, estrategias o caminos para llegar a esos objetivos que, muchas veces, son distintos a los que emplea la mayoría pero igual de válidos; la constatación de que ninguno de nosotros somos realmente autosuficientes y de que todos necesitamos del resto; la puesta en práctica de la solidaridad, la cooperación y la ayuda mutua.

Es en esos primeros años de vida cuando más vital e importante resulta enseñarles a aceptar la diferencia y al diferente desde el respeto. No se trata tan sólo de evitar guetos, sino también de ayudar a todos los niños a aceptar y apreciar la riqueza de la diversidad. De ahí la importancia de que esté presente y coexista en el aula. No sólo en cuanto a capacidades, sino también respecto a estratos socio-culturales diversos, procedencia geográfica, creencias y religiones, etc. Si los segregamos desde niños, ¿cómo va a ser posible la convivencia, la tolerancia y la aceptación mutua de los adultos del futuro?

Beneficios para la sociedad: La integración escolar es, por tanto, la única vía real para alcanzar una inclusión social real de las personas con discapacidad. Para potenciar valores como el respeto a la diversidad, la tolerancia, la solidaridad, la aceptación de la diferencia, la convivencia entre ciudadanos con diferentes capacidades y, en definitiva, para modelar una sociedad donde la norma sea la tolerancia y el respeto.

pintar pies

Sin embargo, todos estos beneficios sólo serán posibles cuando la inclusión escolar sea real en la práctica y no tan sólo una bonita teoría como ocurre ahora mismo. Desgraciadamente, y en la mayoría de los casos que conozco, está muy lejos de ser una realidad. Se ha reducido a la mera matriculación de ese alumno en un centro ordinario donde, simplemente, se limita a compartir un espacio físico con otros niños pero sin formar parte activa de su mundo. Cierto que se necesita de medios materiales pero lo que precisamos, sobre todo y por encima de todo (y hablo desde nuestra experiencia particular), es de recursos humanos apropiados:

Recursos: es necesario que la Administración (que nunca se ha acordado de la diversidad en sus sucesivas y nefastas reformas educativas) aporte un número suficiente de profesores que evite la masificación de las aulas y permita al tutor de la clase prestar al alumno con discapacidad la atención que necesita, dentro del entorno natural que es su aula.

Docentes con la aspiración de suplir la carencia de recursos materiales con ganas, vocación, entrega, sensibilidad y creatividad. Muchas veces, la falta de medios se puede suplir con estrategias y recursos nacidos de la vocación y la imaginación (vuelvo a hablar desde nuestra propia experiencia). Necesitamos de maestros y profesores que se involucren de verdad, no sólo en el avance académico sino, y sobre todo, en la inclusión social de ese alumno. Profesores valientes que ignoren la rigidez de temarios y libros de texto y adopten nuevas metodologías que permitan respetar las características únicas y especiales de cada uno de los niños de su clase. Metodologías que ayuden a todos los niños de la clase a avanzar en función de sus características, intereses y capacidades, y no al ritmo impuesto por temarios y programaciones. Docentes que miren al alumno con discapacidad como un reto y una oportunidad, y nunca como un problema. Si el maestro está realmente convencido de esto, su actitud logrará transmitir esta idea también al resto de niños y a sus padres.

Modificación de las actitudes mentales en la sociedad: se necesita de padres que no trasladen a sus hijos la idea de que su compañero de clase es una rémora y un obstáculo para el avance de su aprendizaje. Padres más preocupados por los valores que la convivencia en la escuela aporta a sus hijos, que por sus teóricos avances académicos y el boletín de notas. ¿Por qué y para qué tanta prisa? Tienen toda la vida para aprender. No hay absolutamente ningún estudio que demuestre que la precocidad en lectoescritura o cálculo conduzcan al éxito académico, social o laboral y mucho menos a la felicidad personal. Permitamos que nuestros hijos se formen, primero y ante todo, como personas y llenémosles después la cabeza de letras, números y datos.

Entiendo que la presión fundamental proviene de la sociedad y de la esclavitud a la que nos somete esa búsqueda constante de logros, del éxito. Sé que docentes y padres formamos parte de esa misma sociedad, pero deberíamos ser los primeros en hacer esta reflexión y convencernos de lo importante que es llegar al destino, pero con seguridad y firmeza, sin prisas, presión o sentido de la competencia. Y no nos olvidemos nunca de que los beneficios de la inclusión escolar del alumnado con diversidad funcional circulan en ambas direcciones.

beneficios de la Inclusión Escolar para todos los niños y para la sociedad

Actividades para trabajar el Ciclo del Agua

Una vez conocidas las diferentes partes que componen nuestro planeta, nos adentramos en el fascinante mundo del agua y en tratar de hacer comprender a los niños que este elemento no se fabrica en las nubes, sino que vive un proceso continuo de transformación, un ciclo constante e invariable. Que una de las gotas de ese charco que hoy pisamos, quizás formara parte de los barriles con que subsistió la tripulación de Colón hace más de quinientos años, cuando llegaron a aquella tierra que no figuraba en sus mapas. La misma gota que ayudó a pulir el canto rodado con que se fabricó la primera hacha que utilizó el ser humano o la misma con la que quizás se duchen nuestros tataranietos. 

Para trabajar este tema, hemos recurrido a la excelentes ideas facilitadas por Anabel Cornago, tanto a través de su blog (El sonido de la hierba al crecer) como de su página en Facebook. Reiterarle desde aquí el agradecimiento de tantas madres por todos los recursos que nos proporciona de forma tan generosa.

También nos han entusiasmado los recursos aportados por El vuelo de las mariposas cuya responsable, Marta Carracedo, no sólo es una excelente maestra de Infantil que trabaja utilizando la metodología con la que mejor pueden aprender sus niños y que es el Trabajo por Proyectos (y lo sé porque Antón tuvo la inmensa suerte de poder disfrutarla), sino que tiene la generosidad de compartir su experiencia en la blogosfera. Esta es el enlace a la entrada dónde reúne los recursos utilizados: Proyecto Agua

ESTADOS DEL AGUA

Lo primero de todo es aprender a diferenciar los distintos estados en que podemos encontrar este elemento en función de la temperatura a que está sometido.

Tres estados del Agua: liquido, solido y gaseoso

 

PRESENCIA DE AGUA EN EL AIRE

El aire está formado por nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono y vapor de agua. ¿Cómo que agua? Pues sí, recurrimos al deshumificador para demostrarle al niño que esta información no es una patraña del libro de Coñe (abreviatura con la que los niños gallegos hacen referencia a la asignatura de Coñecemento do Medio). Ponemos en marcha el deshumificador a primera hora de la mañana y hacia el final de la tarde, podemos comprobar cómo el depósito se ha llenado de agua a lo largo del día. Agua que el aparato ha ido extrayendo del aire. Constatamos, pues, como este elemento está efectivamente presente el aire.

[Advertencia: la rapidez de esta observación es sólo posible si se vive en Galicia en los primeros meses de 2014]

El vapor de agua es uno de los componentes del aire

 

FABRICANDO LLUVIA

Este experimento nos permite reproducir el proceso por el que el agua condensada en las nubes se precipita sobre la tierra en forma de lluvia.

Necesitaremos:

– Un vaso con agua

– Espuma de afeitar

– Colorante azul disuelto en agua

El agua del vaso hace las veces de aire, mientras que la espuma de afeitar representa a ese vapor de agua que se ha convertido en nubes. Ahora imaginamos cómo el colorante azul es el vapor de agua que se ha enfriado y modificado su estado de gaseoso a líquido, cayendo de nuevo a la tierra en forma de precipitación. El niño se hará así una idea del proceso que tiene lugar allá arriba y que devuelve a la tierra esa misma agua que tiempo atrás fluía por su superficie.

Fabricando lluvia

 

REPRODUCIENDO “EL CICLO DEL AGUA”

Esta actividad nos ha permitido reproducir los diferentes procesos que intervienen en el Ciclo del Agua:

Llenamos una botella de agua y la colocamos sobre una fuente de calor (calefacción) para acelerar su calentamiento.

Botella-1 Ciclo del Agua

El agua en estado líquido de la superficie se convierte en vapor de agua por efecto del calor y asciende a la parte superior de la botella.

Botella-2 Ciclo del Agua

El vapor de agua se vuelve a enfriar en la parte superior de la botella y se convierte en gotitas diminutas de agua que “forman nubes”.

Botella-3 Ciclo del Agua 

Esas gotas pequeñas se agrupan y dan lugar a gotas más grandes que, por efecto de su peso, vuelven a descender (se “precipitan”) a la parte inferior de la botella. Y así, comienza un nuevo ciclo

CompoBOTELLA

 

Estos VÍDEOS también nos han permitido visualizar y profundizar en el tema del Ciclo del Agua:

 

 

 

Desde la Tierra hasta el Espacio

Enlace a descarga en iTunes

Enlace a descarga en iTunes

Desarrollador: Chocolapps

Idioma: español, portugués, inglés, francés, alemán e italiano

Precio: 1,99€. Versión lite gratuita

Categoría: Conocimiento / Ciencia

Descripción: Resulta relativamente sencillo lograr que un niño pueda visualizar nuestro planeta a través de una bola del mundo. En la anterior entrada ideamos incluso un sistema para entender las diferentes capas que componen la geosfera, realizando un corte sobre una manzana. Visualizar los distintos niveles de la atmósfera resulta más complicado. Lo mismo que reunir en una sola actividad todos estos componentes en que hemos dividido la Tierra para facilitar su estudio: Atmósfera, Hidrosfera, Biosfera y Geosfera.

La estupenda app diseñada por Chocolapps nos permite realizar la transición desde la exosfera hasta las profundidades de la tierra y llegar al núcleo mismo de la geosfera. De un solo vistazo. Transitamos por los diferentes tramos de la atmósfera (desde la exosfera hasta la troposfera) hasta situarnos en una ciudad junto al mar (referencia que tomará el niño para ubicarse a sí mismo respecto a toda esa complejidad de mundos). Si seguimos desplazando la pantalla hacia abajo, podremos observar tanto las profundidades marinas como las de la corteza terrestre, hasta alcanzar el núcleo interno una vez atravesadas litosfera, manto y núcleo externo.

Todo este recorrido está salpicado de diferentes elementos. Si nos detenemos sobre ellos, podremos ampliar información sobre aquellos que más nos interesen: saber que el Sol se encuentra a 150 millones de kilómetros, entender la diferencia entre una estación espacial y un satélite artificial, saber que Yuri Gargarin fue el primer ser humano que viajó al espacio o que Félix Baumgartner batió el récord de caída libre al saltar desde 39.000 metros, entender el proceso de formación de una tormenta, conocer diferentes detalles sobre la historia de la aviación o sumergirnos en la fosa de las Marianas. Podemos incluso relacionar la información que se nos facilita sobre los fósiles con la formación del petróleo y su proceso de extracción. Toda esta información se acompaña de imágenes que no sólo la hacen más atractiva, sino que facilitan que el niño pueda comprenderla y retenerla mejor.

Valoración: Esta aplicación nos ha sido de enorme ayuda para representar toda la amalgama de factores, elementos y subelementos que componen nuestro planeta. A mi hijo le resulta imprescindible visualizar toda esa teoría para lograr comprenderla.

Si observamos, además, que el niño tiene especial interés por alguno de los más de 60 elementos que nos vamos encontrando, podemos ampliar esa información por nuestra cuenta con tan solo abrir el icono de Safari. A mi hijo, por ejemplo, le llamó la atención el tema de la llegada del hombre a la Luna, así que tiramos de Youtube y nos pasamos media tarde buscando y viendo vídeos de cuando Neil Armstrong y sus colegas se metieron en el Apolo 11, recorrieron casi 400.000 kilómetros y pisaron el suelo de nuestro satélite cinco días después. Estaba completamente fascinado y no paraba de repetir: “Qué miedo…

Ha salido a mí. Siempre he dicho que nunca sería capaz de viajar al espacio ni de practicar submarinismo. Son dos mundos que, aunque me fascinan, me aterraría verme en ellos. Así que, agradezco a esos valientes que sí se atreven a explorarlos, que nos faciliten imágenes para que podamos disfrutarlos quienes no los visitaremos jamás.

Actividades para trabajar el Movimiento de Rotación y Traslación de la Tierra

 Además de señalar aquellas apps que hemos utilizado para trabajar el tema de este comienzo de trimestre, me gustaría también compartir aquí otros recursos de los que nos hemos servido para que Antón pudiera visualizarlo mejor. Algo imprescindible para que él sea capaz de entender cualquier materia o concepto. A veces resulta difícil encontrar la forma en que pueda “tocar” aquellos conceptos demasiado abstractos, pero en este caso ha resultado relativamente sencillo.

MOVIMIENTO DE TRASLACIÓN DE LA TIERRA

Convertimos una naranja en el Sol y una manzana en la Tierra, mientras un pequeño sacapuntas redondo hace las veces de Luna. Movemos la manzana alrededor de la naranja, mientras la Luna da, a su vez, vueltas alrededor da la Manzana-Tierra.

Movimiento de Traslación de la Tierra

Movimiento de Traslación de la Tierra

 

MOVIMIENTO DE ROTACIÓN DE LA TIERRA

Aumentamos un poco la sofisticación de nuestros recursos y, esta vez, convertimos una lámpara en el Sol que proyecta sus rayos sobre la Tierra y nos ayuda a comprender mejor la sucesión de los días y las noches.

Movimiento de Rotación de la Tierra

Movimiento de Rotación de la Tierra

Si colocamos la lámpara en el centro de la habitación y damos vueltas a su alrededor con la bola del mundo en la mano, dispondremos de otro recursos para visualizar el Movimiento de Traslación. Si, además, situamos los cumpleaños de diferentes miembros de la familia en distintos puntos de la habitación (en esa elipsis imaginaria), ayudaremos también a recordar que ese movimiento requiere de un año para completarse, al tiempo que permite comprender y visualizar la sucesión de las estaciones.

PARTES DE LA GEOSFERA

Una simple manzana le ha ayudado a entender todo lo que se esconde bajo nuestros pies, en el interior de la Tierra:

Núcleo: semilla

Manto: parte carnosa

Corteza: monda

Partes de la Geosfera

Partes de la Geosfera

 

LAS FASES LUNARES

El recurso a la lámpara y la bola del mundo nos ha servido también para estudiar las diferentes fases lunares. No es exactamente riguroso, pero al menos me ha servido para convencer a Antón de que la Luna no se estira ni encoge o desaparece, tal y como él imaginaba.

Luna Llena

Luna Llena

Cuarto Menguante

Cuarto Menguante

Luna Nueva

Luna Nueva

Cuarto Creciente

Cuarto Creciente

En el magnífico blog de Anabel Cornago, El sonido de la hierba al crecer, hemos encontrado también una actividad chulísima para trabajar este tema: Hacemos una rueda con las fases lunares 

Planets: app sobre el Sistema Solar y las movimientos de rotación y traslación de la Tierra

Aplicación para estudiar el Sistema Solar

Enlace a descarga en iTunes

Desarrollador: QContinuum

Idioma: Español

Precio: Gratuita

Categoría: Conocimiento / Ciencia

DESCRIPCIÓN:

La aplicación se compone de cuatro actividades:

Cielo 2D: Visualización del cielo en 2 Dimensiones. Se representa como si fuese una brújula, con un icono que representa el Sol. Si lo tocamos podremos obtener información sobre la hora en que amanecerá y anochecerá en el punto del planeta donde nos encontremos. Esta parte de la actividad funciona, efectivamente, como una brújula que nos ayuda a señalar los cuatro puntos cardinales y a comprobar cómo el Sol se sitúa en aquel señalado en el plano.

Podemos desplazarnos con el niño, iPad en mano, y comprobar su funcionamiento. En diferentes posiciones y en diferentes momentos del día. De esto modo, comprenderá mejor las diferentes localizaciones del Sol sobre la línea del horizonte.

Cuando se hace de noche, este mismo mapa en 2D reflejará las diferentes constelaciones que podemos observar en el cielo.

Cielo 3D: Representación en 3 dimensiones del Sistema Solar tal y como lo observaríamos desde nuestra posición en la Tierra. La zona que aparece en verde en la parte inferior de la pantalla, representa el suelo y se acompaña con marcas que señalan los distintos puntos cardinales desde los que ejerceríamos esa observación de los planetas y de las constelaciones que aparecen en el cielo.

Visibilidad: Nos indica las horas a las que serán visibles los diferentes planetas, así como aquellos que serán visibles desde nuestra posición y aquellos que no.

Mundo: En esta opción contamos con un icono en la parte superior derecha que nos permite seleccionar, entre los ocho planetas del Sistema Solar, aquel que queramos observar. Una vez seleccionado, se representa ese planeta rotando. Podemos pararlo en el punto del globo que nos interese con un sólo toque, impulsarlo de nuevo, aumentar la velocidad de rotación, observarlo desde diferentes ángulos, etc.

Es la actividad a la que más partido le hemos sacado y que por sí sola ya justifica esta aplicación. Tenemos casi permanentemente seleccionada la Tierra y nos gusta observarla por las mañanas, a la hora del desayuno, y en el momento de acostarnos por la noche. Lo primero que hace mi hijo es buscar la señal roja que indica en qué parte del mundo nos encontramos nosotros y comprueba que, efectivamente, la aplicación no se engaña y es día o noche en función de la hora a la que lo observamos.

Lo que le gusta hacer a continuación, es ir girando la esfera para observar en qué momento del día se encuentran en otros países: cuando nosotros desayunamos, señala una isla alargada profusamente iluminada y me dice que los niños japoneses seguramente estén cenando y preparándose para ir a la cama. Le divierten muchísimo este tipo de apreciaciones. De la misma forma que, por la tarde, cuando estamos haciendo los deberes, los niños nepalíes estén en pleno sueño o que, por la noche, cuando nosotros nos disponemos a leer el cuento que señala el final de su día,  los australianos estén a punto de entrar al cole. Le resulta increíble…

VALORACIÓN:

Esta aplicación no sólo ha ayudado a mi hijo a entender el Movimiento de Traslación o Rotación de la Tierra, sino que también le ha venido genial para aprender geografía de una forma amena y práctica. Es capaz de localizar los diferentes continentes e incluso varios países.

Los polos, con sus nieves perpetúas, son la mejor forma de visualizar la influencia que los rayos solares ejercen sobre la Tierra en la práctica y las consecuencias que tendría no contar con este astro.

Nos encanta observar también la parte de la Tierra donde es noche cerrada: ver aquellos países donde hay montones de ciudades que iluminan toda su geografía y aquellos otros menos urbanizados donde apenas aparece iluminado el perfil de la costa. Este tipo de observaciones también nos ayuda a aprender diversos conceptos sobre Geografía Humana: distribución de la población y de la riqueza, etc.

El otro día paró la Tierra y me hizo la siguiente reflexión: si no la volviese a poner en marcha, sería siempre de noche en una parte y siempre de día en la otra. Y hablamos sobre en qué zona nos gustaría quedarnos. Después de valorar los pros y los contras de ambas opciones, llegó a la conclusión de que sería mejor quedarse en el día perpetuo. Me dijo que, entonces, los que se hubiesen quedado a oscuras querrían venir a vivir a la parte del Día. ¿Qué haríamos? ¿Les dejaríamos venir a todos? ¿No seríamos demasiados y estaríamos muy incómodos? Me dejó loca cuando me respondió que sí que habría que acogerlos porque, si nos hubiese tocado a nosotros en la “parte oscura” del mundo, también nos habría gustado que “los del Día” nos dejasen vivir en su zona.

No puedo evitar pensar que algo similar ha ocurrido en las últimas décadas con los movimientos migratorios en el mundo. Y “los del Día” no nos hemos portado demasiado bien con “los de la Noche”. Quizás, ahora que la Tierra se ha movido para volverse a parar y esta vez nos ha tocado en el lado oscuro, paguemos cara esa falta de generosidad.

Actividades para trabajar los €uros con niños: billetes

Ayer analizábamos diferentes actividades que hemos utilizado para que a Antón le resultara más fácil comprender el lioso tema de las  monedas. Hoy mostramos el mercadillo que hemos montado en casa para trabajar los billetes de euro. Hemos asignado un valor en euros a diferentes objetos de casa y hemos jugado a las tiendas para darle dinamismo y enmascarar un poco el trabajo y esfuerzo que conlleva. Las cifras asignadas son cantidades redondas que se puedan construir utilizando y combinando diferentes billetes. En el juego hemos manejado inicialmente billetes y, una vez dominados, hemos añadido también algunas monedas de euro.

Esta actividad la realizamos tiempo antes de ponernos a trabajar con las monedas porque el de los billetes resulta un tema mucho más sencillo de entender. La dificultad reside en combinar de forma acertada los billetes y dominar la numeración saltando de 5 en 5, de 10 en 10, de 20 en 20, etc. para obtener la cantidad necesaria para determinado artículo.

El juego nos ha permitido también manejar la suma y la resta, a través del cambio. La caja registradora de juguete nos ha venido genial para esta tarea.

Actividades con billetes de euro para niños

Actividades con billetes de euro para niños

Actividades con billetes de euro para niños

Actividades con billetes de euro para niños

Actividades con billetes de euro para niños

Como hemos utilizado este juego durante varios días, nos han quedado los carteles con el precio ya casi como parte de la decoración de casa. El otro día se le ocurrió a mi santo aparecer sin avisar con un colega del trabajo (=poca o nula confianza). El hombre ha debido alucinar. No ha comentado nada y yo tampoco. A veces resulta mejor callar que dar explicaciones 😉

Enlaces relacionados:

Aplicaciones para facilitar el aprendizaje de las monedas

Actividades con €uros: monedas

Actividades para trabajar los €uros con niños: monedas

monedas de euro y céntimosResulta bastante complicado introducir a los niños en nuestro complejo sistema monetario: el sistema de céntimos, el reconocimiento y discriminación de las diferentes monedas y billetes, las equivalencias entre ellos, la combinación euros-céntimos, monedas-billetes, etc. Resulta un tema enormemente complejo y yo, como buenamente he podido, he ideado una serie de actividades para intentar que mi hijo lo comprenda sin generarle la ansiedad y frustración que la cuestión conlleva. Creo que hemos avanzado bastante y es por ello que comparto aquí nuestra experiencia. A ver si consigo hacerme entender ;)

Lo primero que hemos hecho, ha sido trabajar la identificación y diferenciación de las diferentes monedas. Las hemos agrupado y diferenciado por cajas. Hemos ordenado y dispuesto esas cajitas en función de su valor: de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos, así como de 1 y 2 euros.

Una de las actividades que hemos realizado, consiste en anotar distintas cifras en papelitos bajo los cuales el niño debe colocar las monedas necesarias para componer el valor que se señala. Vamos aumentando el nivel de dificultad de forma gradual.

Intentamos hacer bien clara la distinción Euro/Céntimo utilizando un sistema de columnas. Esta visualización facilitará la comprensión/diferenciación entre ambos valores.

1-Monedas euro

monedas de euro y céntimos

3-Monedas euro

monedas de euro y centimos

En la siguiente actividad, invertimos el proceso: disponemos las monedas ya agrupadas en diferentes cantidades y ahora es el niño quien debe asociar las cifras representadas en los papeles con el montón correspondiente.

monedas de euro y centimos

Una vez dominado este tipo de ejercicios, organizamos una nueva actividad donde las monedas aparecen amontonadas y desordenadas. El objetivo del juego es que el niño haga grupos de 100 céntimos con esas monedas y los sustituya por una moneda de 1 euro. Así entenderá cómo se compone el valor correspondiente a los euros y el por qué los céntimos sobrantes se anotan detrás de estos y precedidos por una coma (,).

Anota en la pizarra la cantidad resultante para visualizar la cifra e integrar los conceptos.

monedas de euro y centimos

 monedas de euro y centimos

monedas de euro y centimos

monedas de euro y centimos

monedas de euro y céntimos

Aunque mi hijo escribe habitualmente utilizando el teclado del iPad/PC debido a sus enormes dificultades respecto a la grafomotricidad, en esta actividad hemos echado mano de la pizarra (cortesía de los Reyes Magos) ya que, y a pesar de sus impedimentos motrices, le motiva enormemente y nos ayuda a dar dinamismo a la actividad. Sirve para convertirlo en un juego ya que tiene muy asociado el iPad a deberes/trabajo. Imagino que cada familia puede recurrir a su propio recurso para que el niño se convenza de que está jugando y no trabajando.

En esta actividad yo le muestro un grupo de monedas en la palma de mi mano y el debe interpretar la cifra y trasladarla a la pizarra, sumando euros por un lado y céntimos por el otro.

monedas de euro y centimos

Espero que estas actividades os puedan ser de utilidad. Lo suyo sería hacer una excursión al súper y experimentarlo en vivo y en directo pero, con esta sucesión de ciclogénesis explosivas que parece infinita, cualquiera pone un pie en la calle…

Enlaces relacionados:

Aplicaciones para facilitar el aprendizaje de las monedas

Actividades con €uros: billetes

Inclusión Escolar: todos ganamos

ayuda-al-estudianteQuiero agradecer a Carlos Arroyo que me haya permitido compartir experiencias y reflexiones en su espacio “Ayuda al Estudiante” dentro de la sección de Blogs de El País.

Podéis leer la colaboración de Cappaces en el siguiente enlace: Todos ganamos con la inclusión escolar

Deberes vs Actividades Extraescolares

Deberes versus Actividades ExtraescolaresYa hemos llegado a 3º de Primaria. La vida nos está cambiando bastante debido a ese empeño del sistema en sobrecargar el temario en el primer curso de cada ciclo (especialmente 1º y 3º), para después convertir el segundo en un repaso del anterior. ¿No sería más sensato y menos estresante para los niños (y padres) repartir esos contenidos entre los dos cursos que componen cada ciclo?

En fin, es lo que toca y en esas estamos…. Sin apenas tiempo para nada, porque la carga de deberes y de cuestiones a analizar, comprender y memorizar ha aumentado notablemente y me niego a que renuncie a las actividades extraescolares. Estoy bastante harta de escuchar y leer acerca de la demonización que se viene realizando sobre las actividades extraescolares. Pocas veces se habla sobre ellas de forma positiva y se insiste en ciertos calificativos y estigmas para definirnos a los padres partidarios de estas actividades complementarias.

No, señores, no aspiramos a convertir a nuestros hijos en Einsteins, Mozarts, Messis o ejecutivos de Inditex. No queremos que sean extraordinarios o que nos saquen de pobres. Simplemente pretendemos cubrir las inmensas carencias del sistema educativo oficial respecto al arte, la música, la danza o el deporte. A cultivar todas esas áreas tanto o más importantes para su formación como personas, como los conocimientos académicos en matemáticas, biología, historia, física o filosofía. No queremos sobrecargar a nuestros hijos. Nuestros hijos están sobrecargados porque el sistema se ha empeñado en que cinco horas lectivas diarias no son suficientes y deben llegar a casa y hacer más de lo mismo durante dos, tres, cuatro o las horas extras que el sistema (a través de algunos docentes) estime necesarias. Resulta absolutamente demencial.

Antón es todavía pequeño y hasta ahora la carga lectiva extraescolar ha sido sensata, pero mucho me temo que tengamos que reproducir la situación por la que transitó su hermana mayor. Cada vez que pienso en todas las horas y energías que le he visto desperdiciar durante estos últimos cursos, me hierve la sangre… Por el contrario, no me arrepiento en absoluto de todas las actividades complementarias en que la hemos inscrito desde los 4 años: pintura, barro, baile (popular y moderno), pandereta, patinaje, fútbol, voleibol, piano, teatro…

Actividades Extraescolares

Gracias a Julio, Miguel, Marta, Sandra, Clara, Ruth, Carmina, Esther, Pedro, Alberto… y el resto de fantásticos monitores/profesores de los que ha disfrutado mi hija en estos años

En algunas actividades ha disfrutado más que en otras pero todas, absolutamente todas, le han servido para aprender, formarse y relacionarse, al tiempo que le han permitido experimentar en diversos mundos hasta conducirle a su actual pasión: el atletismo. Mi hija disfruta con este deporte y ha descubierto un mundo que, seguramente, le pueda ayudar a superar esa difícil prueba que es la adolescencia. Espero (ojalá) que le ayude a tener un aliciente, una pasión en su vida, a ampliar su círculo social a través de entrenamientos, viajes y competiciones, a ser consciente de que debe cuidar su cuerpo y a aspirar a algo más que la llegada del “momento botellón” durante el fin de semana.

Sin embargo, y hasta llegar a dar con esta afición, ha necesitado de un largo recorrido y del contacto con diferentes actividades y disciplinas. Resulta muy triste ver cómo a medida que los niños van creciendo y avanzando cursos, la mayoría de padres sacrifica el deporte, la música, el arte o cualquier otra actividad, a causa de la sobrecarga que sus hijos llevan a casa en forma de deberes.

Sé que las circunstancias de Antón son diferentes a las de su hermana y que su discapacidad sí exige ciertas tareas de refuerzo en casa, dado que los recursos de la escuela pública son muchas veces insuficientes para atenderle con el tiempo y en la forma que necesita. Resulta imposible dedicarle la atención que precisa en un aula donde comparte espacio con otros 23 niños (otra aberración del sistema), cada uno de ellos con sus propias y particulares necesidades, al tiempo que las horas de apoyo se reducen cada curso que pasa. Así que, no nos va a quedar más remedio que trabajar en casa y ampliar la jornada académica pero insisto en que es un caso muy particular. No se debería obligar a la mayoría de los niños a prolongar su jornada académica.

Tampoco es que yo tenga especial prisa en que mi hijo aprenda lo que la programación dicta cada curso. Pero parece que el sistema sí. Y, desgraciadamente, es ese sistema el que moldea nuestra vida social porque, llegados al final de cada ciclo, si el alumno no ha alcanzado los objetivos que se han determinado, se le obliga a repetir curso. Y eso, para cualquier niño, pero más aún para un niño con diversidad funcional, significa destruir todas sus referencias, al separarlo del grupo dentro del cual ha podido lograr una cierta inclusión social.

La alternativa en forma de adaptación curricular también resulta peligrosa, porque ese niño ya es lo bastante diferente a sus compañeros, como para añadir que en clase realice otras actividades y tareas distintas a las del resto o que deba salir continuamente del aula para recibir una atención diferenciada.

La solución sería que el sistema no tuviera tanta prisa y, sobre todo, que los niños recibieran una Educación individualizada que respetara sus características y particularidades. No todos los niños deberían estar realizando las mismas tareas ni al mismo ritmo. El “niño-tipo” NO existe. Ahora mismo, quien no alcanza ese prototipo de alumno se queda atrás. Y quien lo rebasa (y se aburre), también. Es el sistema el que debería adaptarse al niño y no el niño al sistema. Lo único que se consigue por esta vía es que muchos alumnos se queden por el camino.

Todas estas connotaciones negativas del sistema educativo y de los deberes, no repercuten tan sólo en el alumnado condicionado por alguna discapacidad. Estoy convencida de que los deberes generan grandes desigualdades sociales en la escuela. No todos los alumnos pueden recibir en sus casas el apoyo necesario, bien porque sus padres están ausentes trabajando, porque carecen de los recursos culturales necesarios para ayudarles o de medios económicos para pagar a quien lo haga por ellos.

Sin embargo, y a pesar de todas esas circunstancias que rodean a Antón, no quiero sacrificar la felicidad y todo cuanto le aportan las actividades extraescolares. Son su mayor motivación a lo largo del curso. Lo primero que dice al despertarse los martes es: “¡qué bien, hoy tengo teatro!”. Mientras desayunamos los jueves, se emociona al acordarse de que esa tarde Javier le va a enseñar a tocar la batería. La clase de solfeo no le gusta tanto, pero ha asumido que tiene que aprender a leer la música para poder interpretarla. Llegado el fin de semana, no le importa que llueva o truene y la perspectiva de montarse en la piragua y luchar contra las olas de la ría, le convierte en un niño alegre, motivado y feliz. Ninguna de estas actividades le va a ayudar a comprender lo que son las decenas de millar o cómo funciona el aparato excretor, pero el placer y la autoestima que le aportan son infinitas. Y no, no vamos a renunciar a ello…

Actividades Extraescolares

Gracias en nombre de Antón a: Rebeca, Iria, Ramiro, Keke, Sandra, Javier, Lauren, Ricardo, Karin, Jonathan y a todos los monitores/profesores que le quedan por disfrutar

A este afán porque mis hijos encontraran una pasión particular que les sirviera de motor en la vida, se une el horario tan demencial que la escuela pública ha adoptado en algunas comunidades como la nuestra. La jornada continua (de 9:00 a 14:00), además de suponer (a mi entender) una aberración pedagógica, deja a los niños con una larga tarde por delante que suele ocuparse en alguna de estas opciones: televisión, videojuegos y redes sociales. Ojalá el mundo de ahora se pareciera al de antes, porque lo suyo sería que después de comer y descansar un rato, bajaran a jugar a la calle o al descampado como hicimos nosotros. Pero la sociedad que hemos creado exige padres/madres a su lado en el parque y eso, muchas veces y a causa de la incompatibilidad entre horarios laborales y escolares, resulta imposible.

La inclusión social de los niños con diversidad funcional suele ser más compleja fuera que dentro del aula. El “momento patio” evidencia ese fracaso. Como también el entorno del parque. Ha sido mucho más fácil normalizar la vida de mi hijo a través de las actividades extraescolares que jugando en la calle, ya que sus características no le permiten jugar al fútbol, a la pilla-pilla ni subirse solo a los columpios. Las actividades extraescolares, regladas y dirigidas por un adulto, le permiten estar en igualdad de condiciones respecto al resto. Y este es un motivo más para defenderlas.

Yo, desde luego, no encuentro más que beneficios en las extraescolares, mientras que los deberes porque sí y sin sentido, me parecen cada día más perjudiciales. Estoy convencida de que lo único que consiguen es que los niños aborrezcan la escuela, además de matar su curiosidad y anular sus ganas de aprender.

Por cierto, aconsejo leer este artículo para comprobar una vez más que, en cuanto a Educación se refiere, no es necesario inventar la rueda, bastaría con imitar a quienes lo hacen bien: Finlandia destruye 8 soluciones por las que ha optado la educación española

De Letras y de Ciencias

Ciencias y LetrasEsta mañana, camino del bus, Antón y yo hemos ido repasando los contenidos del control de Conocimiento del Medio que tenía hoy. Entre ellos, las etapas de la vida: gestación, infancia, adolescencia, madurez y vejez. Pues bien, en las diferentes etapas de mi propia vida, he tenido distintas relaciones con la rama de las ciencias: en la infancia (EGB) odiaba las matemáticas, para pasar a aborrecer las ciencias en general al llegar a la adolescencia (BUP). La causa: una serie encadenada de docentes de estas asignaturas en el instituto que eran tan abominables, como maravillosos aquellos que me impartieron Historia, Literatura o Lengua. Esto, sumado a esa otra abominación de obligar a un alumno a elegir entre ciencias o letras, cuando aún no tiene edad ni criterio para decidir cuestiones mucho más básicas de la vida diaria.

Así que, dadas mis experiencias con los profesores de Ciencias, me decidí por las Letras. Pero no letras a secas, sino letras purísimas. Tanto, que incluían hasta griego. Todo por mantener ecuaciones, derivadas, tablas periódicas, átomos, neutrones y formulaciones lo más alejados de mi persona que fuera posible.

No fue hasta alcanzar la “Madurez”, cuando empecé a ser consciente de lo mucho que, en realidad, me gustan las ciencias. Especialmente la biología. Cuando fui madre y empecé a llevar a mis hijos a ciertos museos relacionados con la ciencia y la tecnología, me encontré como una niña más: parándome a leer cada explicación en paneles y cartelas, a ver todos y cada uno de los vídeos o hacer cola para manipular cada elemento interactivo que encontraba a mi paso. Mamá era siempre la última en salir de la exposición y, tan inmersa estaba en aquel mundo que empezaba a descubrir, con una curiosidad igual de infantil que la de sus propios polluelos, que llegaba a desentenderse de ellos. Menos mal que siempre podían recurrir a su padre, a quien el sistema encaminó y especializó en el sendero contrario: el de las Ciencias.

Como mi intención es evitar que esta experiencia se repita en mis hijos, en nuestra casa nunca se ha hablado de las Humanidades en contraposición a las Ciencias, ni viceversa. Ambas son igual de apasionantes, complementarias y necesarias. Es una pena que nuestro sistema educativo, donde tantas reformas se han sucedido durante los últimos años (a cada cual peor que la anterior), no sea capaz de incorporar esta idea, que es puro sentido común. Seguimos empeñados en especializar y bifurcar el interés por aprender y la curiosidad innata de nuestros niños.

Así que, me encuentro descubriendo, al mismo tiempo que mis hijos, un mundo que por culpa del sistema creía aborrecer. Esta reflexión me ha surgido a raíz del trabajo conjunto que estamos haciendo Antón y yo en las últimas semanas para descubrir juntos todos los entresijos de esa máquina tan fascinante que es el Cuerpo Humano. Por el camino hemos encontrado aplicaciones maravillosas que iremos señalando en las próximas entradas.

Instrumentos que permiten innovar y motivar mediante la utilización de las TICs

Introducir tecnología en las aulas  no puede consistir tan sólo en sustituir libros por portátiles o cuadernos por tabletas. La utilización de estas herramientas de información y comunicación debe impulsar también una transformación de la metodología y de la forma de alcanzar diferentes objetivos pedagógicos y académicos.

El libro de texto digital no puede limitarse a reproducir la dinámica del libro en papel sobre un formato digital. Es más, quizás debiéramos plantearnos su eliminación o, al menos, promover que se utilice en menor medida. Los libros no pueden seguir siendo la columna vertebral de la enseñanza. Ese papel corresponde al docente que ve minada su libertad, imaginación y vocación por la dictadura que implica la rigidez de temarios y libros de texto.

Deberíamos aprovechar esa multitud de herramientas que se encierran en una tableta: diccionarios, enciclopedias, mapas, cámara de foto y vídeo, grabadora, editor de textos y presentaciones, aplicaciones que permiten componer collages, cómics, libros… Las posibilidades son infinitas,  así que no deberíamos limitar su uso al acto de abrir un libro digital por tal página o utilizar determinada aplicación para reforzar la ortografía, las tablas de multiplicar o los conocimientos de anatomía.

Hace unos meses mi hija me pidió que le ayudara a crear su propio blog. Es una lectora voraz y quería compartir los libros con los que más había disfrutado y que más le habían conmovido. Así nació Ler para dentro. La administración de este espacio y todo lo que implica, quizás le haya restado tiempo para hacer deberes y estudiar, pero lo que ha ganado a cambio es impagable.

Educacion y TICs

lerparadentro.com

No sólo ha sido un incentivo más a su pasión por la lectura, sino que le ha dado la oportunidad de aprender de multitud de temas y sobre la utilización de diferentes herramientas a través de la práctica:

  • Elección del nombre del blog
  • Diseño, contenido y estructura del blog
  • Definición de categorías y etiquetas
  • Manejo de documentación e información (sobre las obras, enlaces a biografías y webs oficiales de los autores)
  • Búsqueda, selección y descarga de imágenes
  • Creación de imágenes propias (manejo de la cámara, de aplicaciones de fotografía, edición de imágenes, etc.)
  • Redacción y revisión de textos, cuidado de la ortografía, edición de textos, práctica de la mecanografía…
  • Aprender los entresijos de la informática más allá del “abrir” y “aceptar”
  • Interacción con sus lectores a través de comentarios, correos y mensajes. Una forma de aprender a relacionarse en la galaxia virtual que les ayudará después a saber cómo moverse por las redes sociales

Educacion y TICs

Con el tiempo, además, no sólo ha dado cabida en el blog a sus lecturas preferidas, sino que también ha explorado otras vías de creación, incluyendo textos propios y aprovechando este espacio como excusa para cultivar y compartir otra de sus pasiones como es la fotografía. Su último proyecto es la publicación de algunos de los cuentos que ha escrito. Está colaborando con un compañero de clase, que es un genio del dibujo, para ilustrarlos. ¿Qué mejor manera de cultivar la creación artística y fomentar el trabajo en equipo?

Con todo lo descrito, ¿cómo no se va a aburrir con los ejercicios de corta y pega manual que significan las actividades de los libros de texto? Es más, me parece un milagro que no se haya rebelado y negado en redondo a dedicar tiempo a estas tareas. Lo acata y hace los deberes de turno sin ganas y con resignación, lo que me plantea enormes dudas acerca de su utilidad y sobre si es realmente una forma eficaz de alcanzar un aprendizaje y asimilar conocimiento. Resulta extraordinariamente aburrido y poco motivador hacer las cosas sin sentido y sin un objetivo claro. Sobre todo si se tiene 12 años y se está rodeada de infinidad de actividades e instrumentos fascinantes y sugerentes.

Saquemos provecho de las tabletas y de las pizarras digitales. Las posibilidades seguramente sean infinitas. Se podría utilizar en el aprendizaje de conocimiento del medio, animando a los alumnos a salir con sus cámaras a retratar la flora de su entorno, buscar información en internet y elaborar una presentación particular sobre el tema. Lo mismo con el patrimonio arquitectónico, etnográfico o cultural del lugar en el que viven. Existen aplicaciones que permiten la creación de collages y composiciones, cuentos ilustrados, cómics y hasta revistas.

Estos dispositivos resultan también herramientas increíbles en cuanto a la enseñanza de lenguas extranjeras. Recuerdo cuando en mi época de EGB nuestra innovadora maestra de inglés nos inscribió en un programa para cartearnos con niños anglosajones. Resultó una experiencia increíble que, sin embargo, requería de enormes dosis de paciencia dado lo prolongado del tiempo que transcurría entre el envío de una misiva y la contestación de mi pen-friend de Cardiff. El correo electrónico y las plataformas de mensajería instantánea posibilitan una inmediatez que constituye el más poderos de los estímulos. Nada mejor para incentivar el aprendizaje de otro idioma que la utilización del instrumento que le da sentido: la comunicación. Y no son pocas las iniciativas que existen en la red que propician el encuentro y la comunicación entre alumnos de diferentes países.

Todo esto no supone más que una pequeña parte de la infinidad de actividades que permiten las TICs. Son, además, actividades dinámicas que convierten el acto de aprender en algo lúdico, emocionante y activo. La letra no entra con sangre, así solo se alcanza el desinterés, la alienación y el aborregamiento. Y nosotros deberíamos aspirar a formar niños despiertos, creativos y, sobre todo, felices.

Enlaces relacionados:

Aplicación de las nuevas tecnologías a la Educación

Enseñar dónde, cómo y con quién

Enseñar dónde, cómo y con quién

IMG_6064Saber dónde. En la anterior entrada reflexionaba acerca de las carencias que tienen muchas veces nuestros niños cuando se colocan frente a la pantalla del ordenador, desmintiendo así ese tópico generado por su definición como “nativos digitales”. Lo cierto es que no saben dónde encontrar la información que precisan, ni distinguir las fuentes fiables de las que no lo son. Lo ilustraba con el ejemplo del esfuerzo que supuso para mi hija localizar una simple poesía por encargo de uno de sus profesores.

Además de las horas de práctica necesarias para aprender a localizar información en la red, sería también necesaria una adecuada orientación por parte del docente, encaminada a enseñar a sus alumnos la forma más efectiva de localizar esa información, así como los criterios de búsqueda y las combinaciones de palabras más eficaces en cada caso.

Cuando se encarga a un alumno buscar en internet un poema (o cualquier otro tipo de documento o información), debería instruírsele previamente sobre cómo hacerlo. O, al menos, aprovechar esa experiencia con posterioridad: se podría utilizar este tipo de actividad no sólo para cultivar la afición a la poesía, sino también para realizar una puesta en común posterior en la clase donde los alumnos compartieran su experiencia en esta búsqueda. Podrían cotejar el tiempo invertido por cada uno, analizar y comparar los términos de búsqueda empleados, para concluir cuál es el mejor camino y el criterio más eficaz para completar con éxito y en el menor tiempo posible el ejercicio.

Me he hecho el firme propósito de reservar algún hueco a lo largo de la semana, para instruir a mi hija sobre el manejo y la búsqueda de información en la red. Se desenvuelve a las mil maravillas en Tuenti o Youtube, dadas las horas invertidas en estas plataformas. Saber buscar en internet información fiable y con la mínima pérdida de tiempo, es una habilidad que también requiere de práctica.

Saber cómo. La falta de criterio y de juicio crítico de los niños no se aplica tan sólo a la búsqueda de información. Hace unos días mi hija descubrió (con cinco años de retraso) la canción Viva la vida de Coldplay. Tanto le entusiasmó, que buscó la partitura en internet para poder tocarla al piano. Esta aventura nos ha costado una infección de virus y troyanos en el PC de consecuencias todavía imprevisibles. Ha servido, sin embargo, para que por fin entienda que no debe teclear nunca en la barra de Google la combinación “descargar” + “gratis”. Es el camino más recto para instalar archivos que acaben cargándose nuestro ordenador.

Los niños y adolescentes no instruidos en el uso adecuado de la tecnología, son extraordinariamente imprudentes. No se puede dar a “aplicar”, “descargar” o “instalar” sin pensárselo dos veces como hacen ellos. Por no hablar de que no saben cómo salir del lío cuando el sistema se colapsa o la interfaz gráfica no responde como debe, a no ser “apagando por las bravas”. Desterremos el falso mito de los “nativos digitales”. Ser un usuario activo de tecnología no garantiza el saber cómo utilizarla sin unos conocimientos básicos previos y una adecuada supervisión.

Cierto es que no se necesita conocer con precisión el funcionamiento de un motor para conducir un coche. Pero sí resulta imprescindible conocer las normas de circulación, distinguir las señales de tráfico, saber cómo revisar la presión de los neumáticos y hasta cómo cambiar una rueda.

Educacion y TICsSaber con quién. Los “inmigrantes digitales” estamos tan preocupados porque nuestros hijos sepan desenvolverse en el mundo virtual, que muchas veces les dejamos acceder a él de forma ilimitada, sin formación, sin guía y sin supervisión.

Existen dos tipos de ciberpadres:

Los despreocupados. Formado por aquellos que no ejercen ningún tipo de vigilancia ni control, amparados en la aparente seguridad física de tener a su hijo a salvo entre las cuatro paredes de su habitación. Hasta que un día se despiertan, entre desconcertados y sorprendidos, por la depresión en que está sumida una hija, a quien en la intimidad de sus cuatro paredes se le ocurrió mandar a su novio una foto en ropa interior que circula ahora por medio instituto, o de un hijo sometido a ciberbullying a través de una red social.

Son muchísimos los epígrafes que se podrían dedicar al desconocimiento o mal uso que los niños y adolescentes hacen de la tecnología y de la red. Sólo intento desbaratar esa idea de que es un mundo en el que saben desenvolverse sin problemas y donde nos llevan una enorme delantera. No es verdad. Y deberíamos interiorizar esto cuanto antes para evitar las consecuencias de ese mundo tan grande como variado, donde hay información, arte, creatividad, amistad… y también riesgos, accidentes y peligros.

Los ciberhistéricos. Este segundo grupo lo constituyen padres convencidos de que hay un pederasta listo para acosar a sus hijos al primer clic que estos ejecuten. De tal modo, que restringen su acceso a internet y apenas sí les dejan consultar el correo electrónico o la web de la escuela. Privan a sus hijos de las inmensas posibilidades del Universo Google.

A la espera de que aparezca una tercera opción más sensata, yo me encuentro moviéndome entre ambas categorías dependiendo del momento, aunque debo reconocer que el pie de la histeria está más anclado que el de la despreocupación. Y, del mismo modo que mi madre me contaba cuanta violación tenía lugar en 10.000 km. a la redonda cuando yo era adolescente y anunciaba mi intención de regresar tarde, me veo ahora a mí misma transmitiendo a mi hija cada noticia que aparece en relación al ciberacoso, al sexting y al grooming.

Cuando creía saber todo sobre este tema, me sorprendieron los nuevos datos que ella misma me aportó a raíz de una charla impartida en su instituto por un equipo especializado de la Guardia Civil. Este tipo de encuentros debería ser obligatorio en las escuelas al menos una vez por semestre. Tanto para los niños como, y sobre todo, para sus padres.

Suelo estar vigilante a los pasos de mis hijos en el ciberespacio. Algunos padres consideran que esto supone una intromisión en su intimidad. Sin embargo, si nos preocupamos por saber con quién se relacionan en el mundo real, a dónde van, cuándo y durante cuánto tiempo, no deberíamos considerar una intrusión en su privacidad el saber de estas circunstancias también en el mundo virtual. Considero que informarme sobre dónde y con quién han estado mis hijos en internet, no equivale a leer su diario. Aunque como nadie me ha formado ni orientado sobre esto, puedo estar perfectamente equivocada. Cada vez que algún aspecto de la educación de mis hijos me plantea alguna duda, suelo remitirme a cómo resolvían mis propios padres situaciones similares. Valoro como adecuada, sensata y justa la forma en que ellos me educaron e intento obrar siempre del mismo modo o, al menos, de forma similar. Sin embargo, ese recurso no me sirve en este campo. Somos nosotros quienes nos vamos a tener que encargar de señalar el camino por primera vez. Y esa idea asusta… y mucho.

Enlaces de interés:

Pantallas amigas

Protégeles

Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil

El blog de Angelucho

Violencia Sexual Digital

Ciberacoso

Sexting

Stop grooming!

ENLACES RELACIONADOS:

Aplicación de las nuevas tecnologías a la Educación

Instrumentos que permiten innovar y motivar mediante la utilización de las TICs

Aplicación de las nuevas tecnologías a la Educación

Educacion y TICs

Educacion y TICs

Competencia digital. Nos vemos constantemente bombardeados con noticias, artículos y estudios de los especialistas más diversos, sobre la necesidad de introducir en la escuela las nuevas tecnologías de la comunicación e información (eso que conocemos con el manido acrónimo de TICs). Pedagogos, científicos, periodistas… todos, absolutamente todos, inciden en la idea de que la sociedad que hemos creado en el siglo XXI, obliga a que los alumnos sepan desenvolverse en el mundo digital.

Y, aunque resulte una obviedad, estas competencias requieren, para empezar, que los niños estén en contacto con este tipo de dispositivos. Esto es algo que debería garantizar la escuela pública, dados los claros desequilibrios sociales que impiden que todos los niños tengan acceso a un ordenador o cuenten con conexión a internet, los dos factores principales para desarrollar esas competencias.

Así que, estamos inmersos en la tarea de llenar las aulas de dispositivos (ordenadores de mesa, portátiles, pantallas digitales, tabletas…) y generalizando el acceso a internet en las escuelas. Ahora bien, la competencia digital no se logra tan sólo poniendo estos instrumentos a disposición del alumno. Si cambiamos las herramientas pero seguimos empleando la misma metodología del pasado, nada cambiará. La metodología actual es la misma que se empleaba cuando estudiaba yo y cuando lo hacían quienes se lo podían permitir en la época de mis abuelos y hasta bisabuelos. Sin embargo, el mundo en que vivimos ya no se parece en nada a aquél.

No se trata simplemente de sustituir los lápices y cuadernos por portátiles o tabletas, y los libros en papel por formatos digitales. El cambio no consiste en esto. La transformación de la educación para adaptarla a la sociedad de la comunicación va mucho más allá. Y ese cambio radical es imposible sin una modificación de la metodología que garantice el aprendizaje, ya que la mera introducción de tecnología en el aula no lo garantiza.  Lo que resulta realmente definitivo es el procesamiento de la información que el alumno realiza. Y para ello es determinante el papel del profesorado.

Educacion y TICs

educacontic.es

La tecnología es un mero instrumento que abre nuevos caminos y permite posibilidades impensables hasta ahora. Garantiza el acceso a la información de forma ágil y cómoda. Sin embargo, es necesario educar a los niños para que adquieran sentido crítico. Orientarles y guiarles para que sepan cómo acceder a esa información.

Juicio crítico. Tenemos la falsa percepción de que los niños van por delante de nosotros en cuanto a su desenvolvimiento en el mundo virtual, pero esta es una verdad a medias. Los niños y adolescentes son auténticos expertos en juegos digitales, saben cómo acceder y descargar los contenidos que les interesan (juegos, música, películas) y se mueven como nadie en las redes sociales. Sin embargo, cuando un niño (e incluso muchos adultos) busca información en internet, se queda con lo primero que Google le muestra, sin valorar la fiabilidad y credibilidad de esa fuente. Y en la red hay tanta información y documentación, como desinformación, mentiras y medias verdades. Es necesario enseñarles a distinguir la información fiable y documentada, de aquella que no lo es.

Es indispensable educar al alumnado en la utilización correcta de los buscadores, así como orientarles hacia sitios, páginas y webs de confianza, que son infinitos en la blogosfera. La red nos da acceso a infinidad de bibliotecas públicas digitales, a bancos de imágenes, diccionarios y enciclopedias, museos virtuales.… Ni siquiera es necesario ya desplegar los viejos mapas polvorientos, ahora podemos asomarnos al mundo a través de Google Earth. Las posibilidades a nuestro alcance son infinitas, pero hay que aprender cómo y a dónde ir. Y esta labor de formación descansa sobre los docentes.

Nuestros niños también desconocen cuáles son los criterios de búsqueda o la combinación de palabras que resulta más apropiada a la hora de encontrar una información concreta. He visto a mi hija desesperarse buscando una poesía en internet, sin éxito y durante casi media hora, para a continuación quedarse perpleja al ver como su madre era capaz de localizarla  en medio minuto y a un golpe de clic.  Debería incluirse entre los objetivos de la escuela, el enseñar a los alumnos la forma más adecuada para localizar la información que les interesa, así como dilucidar cuáles son las palabras o expresiones clave para acceder a ella. Son indispensables, además, muchas horas de práctica para alcanzar esta habilidad. De la misma forma que es imprescindible la realización de cuentas y ejercicios prácticos para adquirir destreza en el cálculo matemático.

La tecnología en si misma no garantiza una mayor motivación e implicación del alumnado. Incentivar y aprovechar esa curiosidad innata que tienen los niños es tarea del profesor. Esta motivación se puede espolear a través del cambio de la metodología didáctica que requiere la utilización de estas nuevas herramientas digitales. Nos abren posibilidades inmensas e increíbles en cuanto a la generación de contenidos. El libro digital no puede consistir tan sólo en un cambio de formato. La mayoría de editoriales denominan así a la reproducción del libro de texto, a una mera maqueta digitalizada de la versión en papel. Esto no es un libro digital.

Las tabletas y los portátiles tampoco deberían reducir su papel a ser meros  “contenedores” de aplicaciones o de libros de texto, sino que deberían utilizarse como herramientas para la creación de material por parte del alumno. Facilitan el acceso rápido a fuentes de  información, ofrecen la posibilidad de hacer fotos, grabar vídeos, audios… Es fabuloso el rendimiento que se le podría sacar a la combinación de estos elementos, si se realizaran buenas actividades con una metodología adecuada.

Educacion y TICsY para ello sería también necesaria una adecuada formación de los docentes que, en la actualidad, carecen de guía sobre cómo integrar estas nuevas tecnologías en la estructura de la clase y el currículo académico. Esta orientación, cuando existe, se limita a una formación meramente técnica, a instruirles sobre qué botones pulsar y no acerca de las infinitas posibilidades pedagógicas que estas herramientas ofrecen. Existen muchos profesores y maestros que están implementando una nueva pedagogía real utilizando las TICs, fruto de su propia iniciativa e impulsada por la vocación, la curiosidad y el deseo de innovar.

Lo que sí resulta incuestionable, aún con la metodología clásica, es la importancia de las nuevas tecnologías para el alumnado con diversidad funcional. A mi hijo le resultaría imposible ejecutar trazos legibles con un lápiz. No puede esperar uno, dos o quince años a mejorar sus habilidades en cuanto a la motricidad fina para aprender escribir, cuando es perfectamente capaz de hacerlo mediante un teclado. Lo importante es aprender a leer y escribir, lo de menos la herramienta empleada. Sin embargo, esto  es algo muy concreto y específico.

Educacion y TICsNo me gusta la educación actual que sigue tratando a todo el conjunto de niños de una clase como un todo homogéneo, con los mismos libros, la misma metodología y los mismos objetivos. Cada niño debería aprender siguiendo su propia evolución madurativa y en función de sus habilidades, inquietudes e intereses. Sin libros de texto, sin programas ni currículos prefijados, sino en función de los intereses y curiosidades que surjan en la clase. Y todo esto es posible con la aplicación de la metodología constructivista y el trabajo por proyectos.

Hoy en día nos estamos volviendo locos introduciendo TICs en las aulas, sin ton ni son. Si Antón pudiera escribir a mano, sería absurdo que hiciera todo lo que se ve obligado a hacer para ejecutar los ejercicios en el mal llamado libro digital de que dispone (y que no deja de ser una maqueta en pdf del libro en papel y resulta una auténtica pesadilla). La revolución digital es otra cosa y no consiste en llenar la aulas de portátiles o iPads. Debería consistir en enseñar a los niños a utilizar esas herramientas.

La educación tal y como se aplica hoy en día no funciona. Prueba de ello es el elevado índice de fracaso escolar que, no sólo no disminuye, sino que no deja de incrementarse curso tras curso. La metodología actual no es efectiva y, muchas veces, aburre o aborrega a los niños. La solución no reside en cambiar los instrumentos (sustitución de libros por tabletas), sino en cambiar la forma en que se enseña. Y no hace falta inventar la rueda, ya está inventada y se llamada metodología constructivista y trabajo por proyectos.

Espero que algún día administración, docentes y familias dejemos de lado nuestros respectivos intereses y podamos alcanzar un consenso para llevar a cabo los cambios que la Escuela Pública precisa, para convertir la Educación en un instrumento real de avance y progreso. Porque, ahora mismo, quienes están en medio y pagando los platos rotos de nuestras discrepancias son los niños. Sin educación nunca alcanzaremos esa sociedad justa y equitativa que lleva soñando la humanidad desde su origen.

Todos iguales en Sistema educativo

ENLACES RELACIONADOS:

Enseñar dónde, cómo y con quién (Seguridad en la red)

Instrumentos que permiten innovar y motivar mediante la utilización de las TICs

Pequeños consejos para aprender y disfrutar en verano

Composicion VERANO2

Conviene analizar aquellos puntos o temas donde el niño ha encontrado mayores dificultades a lo largo del curso e idear recursos para que pueda entenderlos y ejercitarlos.

El verano también puede aprovecharse para adelantar temas, materias, conceptos con los que entrará en contacto en el nuevo curso a partir de septiembre. En nuestro caso, estamos abordando las tablas de multiplicar para que no se le haga tan duro el comienzo de curso y le lleve a desmotivarse.

Resulta aconsejable establecer una rutina y plantear un horario regular y un lugar estable de trabajo. Nosotros intentamos hacerlos después de desayunar, momento en que el niño está más fresco e inspirado y no nos condiciona ya el resto del día.

Limitar el tiempo que dedicamos a estas tareas: en el primer ciclo de primaria resulta aconsejable no dedicar más de 40-50 minutos, a lo sumo una hora. El verano es un tiempo de relax y descanso que los niños necesitan. El realizar una pequeña tarea diaria es interesante para que no pierdan el hábito del trabajo, al tiempo que resulta una excelente excusa para dedicarles un tiempo y atención exclusivas. Resulta interesante aprovechar actividades lúdicas para repasar cuestiones académicas pero sin que lo vean como algo negativo y les genere rechazo, de lo contrario, será un tiempo desaprovechado. Es por ello importante la cuestión del tiempo. Más vale media hora bien aprovechada que varias que sólo sirvan para generar rechazo hacia el trabajo académico.

Este tipo de tareas no implican forzosamente sentarse en una mesa y delante de un conjunto de material de trabajo, sino que podemos aprovechar las oportunidades que las actividades/salidas que realizamos en verano nos ofrecen: viajando en coche, en salas de espera de estaciones y aeropuertos, camino de la playa, paseando por el monte, visitando mercadillos, etc. Cualquier entorno nos ofrecerá magníficos recursos para realizar actividades lúdicas que, al tiempo, sirvan para ejercitar contenidos aprendidos durante el curso.

Esos eternos viajes en coche son una excelente oportunidad para plantear diferentes actividades que, además, ayudarán a sobrellevar el tedio del viaje y supondrán una excusa para todos los miembros de la familia puedan interactuar: jugar a las palabras encadenadas, plantear pequeñas operaciones aritméticas que vamos resolviendo todos los pasajeros por turnos, localizar determinados números o letras en las matrículas de otros vehículos, jugar a adivinar palabras que comiencen por determinada letra, observar e identificar elementos naturales del paisaje, etc.

Podemos ejercitar la numeración y practicar el cálculo aprovechando las excusas que nuestras actividades y salidas nos ofrecen: hacer que el niño observe el cartel de los helados y animarle a elegir aquel artículo que no supere determinada cifra, fijarse en el precio de los artículos en los estantes del supermercado a la hora de hacer la compra, observar el cambio a la hora de pagar, hacer que sean los niños quienes se encarguen de pedir la cuenta y decidir con ellos el billete/monedas que debemos entregar para pagar, comprobar el cambio, etc.

El juego de las palabras encadenadas, el veo-veo o el registro de un Diario de Verano supone una estupenda oportunidad para practicar la ortografía y la redacción.

Podemos aprovechar las construcciones de arena en la playa para trabajar el reconocimiento de distintas formas geométricas o ejercitar la orientación espacial.

Aprovechemos cualquier excusa que se nos ocurra. El aprendizaje no debe estar basado únicamente en apps/tecnología o libros de texto. La vida real nos ofrece infinidad de situaciones para que nuestros hijos avancen y progresen en su aprendizaje. Suponen además, una excelente excusa para interactuar con ellos y dedicarles toda nuestra atención que es lo que realmente ellos desean y que actúa como la mayor de las motivaciones.

FELIZ Y PROVECHOSO VERANO

Diario ilustrado del Trabajo de Verano

VERANOVaya por delante que las vacaciones, especialmente las de verano, están hechas para descansar. Sin embargo, es un descanso tan prolongado en el tiempo (quizás deberíamos plantearnos imitar a nuestros vecinos del norte a la hora de repartir mejor los períodos vacacionales), que no está de más reservar entre las actividades de nuestros hijos un espacio para el trabajo y el estudio, aunque revestido de un disfraz todo lo divertido y amable que nos sea posible.

El trabajo de verano ha de adaptarse a las circunstancias de cada niño. A mi hija mayor nunca le impuse una tarea de verano, aunque siempre traté de proveerle de un buen kit de libros para estos meses que se adaptaran a sus gustos, intereses y personalidad (cambiantes con el tiempo). La lectura es, sin duda, la actividad más recomendable para este tiempo, permite a los niños seguir aprendiendo mientras se divierten.

Sin embargo, con el enano la cosa es diferente. Las limitaciones motoras e intelectuales condicionadas por su discapacidad, nos obligan a aprovechar este tiempo para trabajar aquellos puntos donde ha encontrado más dificultades a lo largo del curso, a la vez que intentar adelantar algunos de los temas que se le vayan a plantear de cara al año que viene, de forma que el comienzo de curso no se le haga especialmente duro o desmotivador.

He querido dedicar la entrada de hoy a mostrar algunas de las actividades que utilizamos para lograr estos objetivos.

NUMERACIÓN: Estamos aprovechando el verano para trabajar aquellos puntos donde ha mostrado mayores dificultades durante el curso: contar de 2 en 2, de 5 en 5, de 10 en 10, de 100 en 100… Tanto hacia adelante como hacia atrás. He comprobado que necesita visualizar los números en su conjunto para orientarse y desplazarse en la numeración. Contamos con unas hojas plastificadas que incluyen los números entre 1 y 1000. La utilización de una cinta métrica también es un recurso muy útil, ya que permite visualizar los números de forma lineal.

Por otra parte, utilizamos de forma regular las apps de Rubio para ejercitar el cálculo y practicar operaciones aritméticas.

 NUMERACION

MULTIPLICACIÓN: Tratamos también de aprovechar este tiempo para iniciarnos en el mundo de la multiplicación, que centrará el tiempo de las matemáticas el curso que viene. Lo prioritario es que entienda primero este concepto, más adelante intentaremos memorizar las tablas más sencillas. Utilizamos como apoyo algunas de la aplicaciones para multiplicar reseñadas aquí durante las últimas semanas.

 MULTIPLICACION

LECTURA: Aprovechamos cada día para leer un rato. Hemos escogido libros con historias cortas. Resulta difícil encontrar colecciones que se ajusten a este momento de la lectura, cuando los cuentos pensados para los primeros años resultan ya demasiado infantiles y aquellos destinados a “primeros lectores” son aún demasiado complejos, ya que no permiten completar la lectura de la historia en un tiempo máximo de 10/15 minutos. Mi hijo no tiene todavía la paciencia necesaria para leer libros más extensos que requieren de varios días para completar la historia. Hemos encontrado una colección que nos ha gustado mucho es “Mis primeras páginas” de Almadraba.

Recomendación: tirad de biblioteca y seguro que vuestra búsqueda obtendrá resultados. No seleccionéis los libros en función de vuestros gustos o del mensaje que trasmiten. Elegid aquellos que creéis se puedan adaptar a los gustos y personalidad de vuestros hijos. La clave principal para formar lectores es iniciarse en la lectura divirtiéndose, de lo contrario sólo conseguiremos que la aborrezcan. Ya tendrán tiempo de adultos para acudir a libros que les aporten otros valores más allá del puro placer.

No os fieis ciegamente de las recomendaciones de otros, por muy expertos que sean. Nadie conoce a vuestros hijos como vosotros. La mayoría de libros que le apasionaban a mi hija mayor en estos primeros cursos de primaria, a su hermano pequeño no le dicen nada. He tenido que volver a salir a la búsqueda de nuevos temas y colecciones que en nada se parecen a lo que atraía a su hermana.

Aquí os dejo el enlace de algunas de las colecciones que apasionaron a mi hija entre los 6-9 años:

La casa mágica del árbol. SM (Esta es la única serie de los libros heredados de su hermana que también le encanta al enano)

Katie Kazoo. Bruño

Junie B. Jones. Bruño

Judy Moody. Alfaguara

Ruby Rogers. Anaya

Mila y Luna. Montena

Bat Pat. Montena

Gerónimo Stilton. Planeta

Tea Stilton. Planeta

Manolito Gafotas. Alfaguara

Rebasada esa edad y ya en plena preadolescencia, mi recomendación, sin ningún género de dudas, cualquier título de la Colección Juvenil de la Editorial Salamandra. No ha habido ni un sólo libro de esta editorial que, no sólo no haya defraudado a mi hija, sino que todos le han entusiasmado y renovado su placer por la lectura. Ojalá todas las firmas orientadas a este sector de lectores mimaran tanto lo que editan como este sello.

LECTURA

ESCRITURA: Hemos creado un documento en el Pages del iPad titulado “Diario de Verano”. Aquí Antón escribe cada día unas tres líneas en las que describe o narra lo que más le apetece. Resulta infinitamente más interesante y motivador que las actividades incluidas a tal fin en cualquier libro de vacaciones. Una de las lagunas más importantes que detecto en la enseñanza actual es la relacionada con la redacción. Seguro que todos recordamos aquella redacción semanal ineludible de nuestra etapa de EGB. Suponía un ejercicio de escritura y de estímulo de la imaginación impagable que hoy en día parece completamente abandonado. De la misma forma que sólo es posible aprender a leer ejercitando la lectura, resulta imposible aprender a escribir sin el ejercicio continuo y sistemático de la redacción.

REDACCION